La dura advertencia de Antonio Turiel: «Tenemos que reducir el nivel de vida un 90% o colapsaremos»
Antonio Turiel fue entrevistado por el Diario de León, donde fue tajante sobre la situación actual y futura
El científico leonés Antonio Turiel ha explicado que «lo que estamos haciendo en Europa es dar la ilusión de que vamos hacia una transición suave cuando hay que hacer una brusca que conlleve un cambio de modelo social», pero advierte que ya no es posible crecer más.
«Es que el capitalismo asume que siempre va a haber una cantidad infinita de energía disponible. Entonces, cuando la termodinámica te dice que no, que la energía es finita, pues lo lleva mal», continúa.
«El capitalismo ha tenido crisis recurrentes que incluso han sido provocadas por el capitalismo mismo cuando la producción supera la capacidad de consumo, pero esta es diferente. Ya tuvimos un aperitivo en 2008 y ahora se hace más intenso», predice.
Y no tiene solución… «Contrariamente a lo que se dice, lo que caracteriza al capitalismo es el hecho de que el capital tiene una tasa de ganancia, es decir, tú tienes un dinero y tienes derecho a que te den una cantidad extra de dinero por invertirlo. Las tasas históricas de ganancia del capital son del 3% anual. Esto es lo que no se puede mantener, es decir, el crecimiento infinito no es posible».
Para poner fin y mirar hacia adelante Turiel propone «Un sistema democrático de decrecimiento fuerte con unos principios diferentes: ecofeminismo, socialismo o como lo quieras llamar».
Obsolescencia no programada del capitalismo
Tras siglos haciendo barbaridades con las personas (guerras, masacres, esclavismo, explotación, etc.) y con el medio ambiente (destrucción y contaminación de ecosistemas, extinción de flora y fauna, etc.), este sistema insensible e insaciable nos ha traído a la crítica situación actual, pandemia incluida. Y si no fuera por los problemas medioambientales, cada vez más insostenibles, continuaría haciendo barbaridades indefinidamente, porque la gente es fácil de engañar (sólo así se explica que vuelva a crecer la extrema derecha que provocó la II Guerra Mundial y 60 millones de muertos), pero a la Naturaleza no puede engañarla porque funciona con leyes fisicoquímicas absolutamente indiferentes a la publicidad y a las mentiras de los grandes líderes políticos, económicos, religiosos, mediáticos…
Así pues, el capitalismo de las corporaciones y de Estado está llegando a su fecha de caducidad, la obsolescencia no programada, al menos por tres causas diferentes:
Emergencia climática: la COP26 declaró que durante esta década hemos de reducir los gases de efecto invernadero y por tanto los combustibles fósiles en un 45% si queremos limitar la subida global de temperaturas a los 1’5ºC, de forma que los fenómenos climáticos extremos no resulten excesivamente destructivos y podamos soportarlos1. Sin embargo, los compromisos reales de los gobiernos resultan insuficientes (algunos todavía subvencionan aviones, automóviles, turismo masivo, armas y quieren ampliar aeropuertos, puertos, carreteras, etc.) y nos llevan hacia subidas de 2ºC y 3ºC durante las próximas décadas, con el peligro de que algunos fenómenos como el deshielo del Ártico, la tundra y los glaciares se autoalimentan y pueden acelerar irreversiblemente el calentamiento global. Y si las temperaturas globales suben tanto, en España tendremos veranos con días de 50ºC y de 60ºC, como en el Sáhara2… Son conscientes los gobiernos, los amos de las grandes compañías y la ciudadanía de que esto resulta absolutamente insostenible y amenaza la supervivencia de millones de especies, incluida la nuestra?
Declive de los recursos naturales: algunos minerales estratégicos están agotándose a la carrera3, por ejemplo el mercurio (del cual hemos extraído ya el 92%), la plata (79%), oro (75%), estaño (75%), arsénico (75%), antimonio (72%), plomo (72%), cobre (59%), petróleo (48%), etc., y esto empieza a generar graves problemas ya, antes de que se agoten. Al petróleo concretamente todavía le quedan la mitad de reservas, pero las de extracción fácil se han acabado y cada año resulta más complicado y más caro continuar extrayéndolo, de forma que su producción ha pasado el peak oil4 y está declinando, especialmente el diésel, combustible de la maquinaria pesada… Con el declive y el agotamiento de los recursos naturales, cuánto puede durar un sistema basado en el crecimiento continuo y el petróleo abundante y barato?
Estallido del sistema: a la larga este sistema resulta insostenible, pero la cuestión ahora es que harán los líderes mundiales a corto y mediano plazo? En principio no parece que quieran resolver los problemas porque de momento a ellos les va bien, cada vez son más ricos y tienen más poder, lo contrario de lo que les pasa a los pueblos. Y siguen haciendo más de lo mismo: especulación y burbujas financieras, desconexión del mundo financiero y la economía real, privatización de los servicios públicos e incluso de las pensiones, automatización de los procesos y disminución del trabajo humano, paro creciente especialmente entre los jóvenes, mantenimiento de las largas jornadas laborales, alargamiento de la edad de jubilación, etc. etc. Tanto se dejan llevar por la inercia histórica que están repitiendo las «soluciones» que ya aplicaron a la mayor crisis anterior, el crack de 1929 y la depresión mundial de los años 30: hacer que paguen la crisis los de abajo, endurecer la represión, fomentar los grupos/partidos/gobiernos de extrema derecha, especialistas en mentir y provocar, impulsar una nueva escalada armamentista con la OTAN destruyendo países petroleros, saqueándolos y asediando a rusos, chinos y otros, etc. Ya sabemos como acabó aquella crisis y ahora podría ser mucho peor porque tienen 13.000 misiles termonucleares, mucho más destructivos que las bombas que arrasaron Hiroshima y Nagasaki… Cómo quedaría esta civilización si estallara una III Guerra Mundial? Sobreviviría alguien?
Hoy somos ya 7.921 millones de seres humanos pero el problema principal no es la superpoblación, sino el superconsumo. Cómo dijo Ghandi, «la Tierra tiene recursos suficientes para mantener a toda la humanidad pero no para satisfacer la avaricia de algunos«. En otras palabras, no hay bastante recursos ni capacidad de regeneración de la biosfera para que nuestra economía, consumo y residuos continúen creciendo hasta el infinito; esta insensata pretensión de los capitalistas y sus economistas resulta completamente imposible y nos lleva a los humanos y a millones de especies hacia el basurero de la historia!
Sin embargo, hay soluciones para todos los problemas y las conocemos desde hace tiempo, pero todas pasan por superar este sistema. Soluciones como las que proponen los 11.000 científicos5: generalizar el ahorro, la eficiencia y las energías renovables, eliminar los subsidios a los combustibles fósiles, ayudar a los países pobres a abandonarlos, proteger y recuperar los ecosistemas, consumir más alimentos de origen vegetal y menos animales, estabilizar la población mundial respetando los derechos humanos, etc. etc. etc.
Y consumiendo menos, en los países ricos, podemos incluso vivir mejor. Por ejemplo, respecto a la emergencia climática hay que reducir a la mitad los combustibles fósiles, que son casi el 90% de la energía que utilizamos, y podemos hacerlo perfectamente porque ahora mismo hay personas que mantienen un buen nivel y calidad de vida consumiendo mucha menos energía y recursos que la media de sus conciudadanos6. Y son igual o más felices porque, después de cubrir las necesidades básicas, bienestar y felicidad ya no crecen con el consumo, incluso pueden decrecer por los negativos impactos del consumismo sobre la salud y el medio ambiente.
Inevitablemente vamos a decrecer porque hemos sobrepasado los límites fundamentales de la biosfera y esto resulta insostenible. Avisados estábamos porque lo predijeron hace 50 años los autores de Los límites del crecimiento y lo han corroborado numerosos estudios posteriores. La cuestión ahora es como decrecemos, si por las malas, siguiendo como vamos hasta que estalle incontrolable el colapso, o por las buenas, organizándonos y empoderándonos las personas conscientes y conduciéndolo nosotros de forma científica, democrática, cooperativa y solidaria.
Esta década será crucial, si la perdemos inútilmente como las anteriores quizás ya no podremos recuperar el equilibrio climático, ni tendremos suficientes recursos para el cambio o simplemente habremos reventado en una nueva deflagración mundial… Pero el futuro no está escrito y si los de bajo no nos dejamos engañar ni conducir como borregos al matadero, si nos organizamos y luchamos, podemos superar este sistema obsoleto y evolucionar hacia otro mucho mejor…
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