miércoles, 6 de julio de 2022

El euro se desploma frente al dólar al mínimo en 20 años y encarecerá aún más el coste de la vida a los españoles

 El euro se desploma frente al dólar al mínimo en 20 años y encarecerá aún más el coste de la vida a los españoles

JORGE MILLÁN  | GRÁFICO: CARLOS G. KINDELÁNNOTICIA06.07.2022 - 14:01H

 






La moneda única europea se cambiaba este martes a 1,02 dólares, el valor más bajo desde diciembre de 2002.

Una divisa débil hace que las importaciones de petróleo y gas sean más caras para España y los países del euro.

Alarma en EE UU por una posible recesión de la economía: Wall Street abre en rojo y el Dow Jones pierde un 1,81%.

Ione Belarra: "El dinero extra que va a gasto militar no va a inversión social".

Tipo de cambio entre el euro y el dólar desde que se implantó la moneda única.Tipo de cambio entre el euro y el dólar desde que se implantó la moneda única.Carlos Gámez

El euro se hunde frente al dólar y se acerca a la paridad por primera vez en 20 años. Un movimiento que refleja el temor creciente de los mercados a que Europa esté abocada a una recesión y que encarecerá aún más los precios de la energía y las gasolinas en el Viejo Continente. Este martes, la moneda única europea se cambiaba a 1,02 dólares, tras desplomarse un 1,9% frente a la divisa estadounidense, en la que es la mayor caída en un solo día de los últimos seis años.


La divisa europea no había estado tan débil frente al dólar desde la Nochebuena de 2002, el año en que la moneda empezó a distribuirse entre los ciudadanos. En lo que llevamos de año, el euro ha perdido el 9,4% de su valor frente a la moneda estadounidense, un desplome que se ensancha hasta el 16,6% si se toma como referencia enero de 2021.



Muy lejos quedan ya los tiempos en los que un euro llegó a cambiarse por 1,6 dólares, justo antes de que estallara la gran crisis financiera de 2008 que sumió al mundo en una profunda recesión. La política monetaria ultraexpansiva que puso en marcha el Banco Central Europeo (BCE) para estimular el crecimiento a mediados de la década pasada hundió el valor de la moneda, que no volvió a recuperar los niveles de cambio anteriores a 2014.


Cada vez son más los analistas que apuntan a que la paridad entre las dos monedas se alcanzará antes de que concluya el año, pues se espera que el desacople entre ambas se mantenga en los próximos meses. Un modelo desarrollado por la agencia de noticias Bloomberg le da un 60% de probabilidad a este suceso.



Gasolina y luz más caras

El desplome del euro tiene implicaciones diferentes lecturas sobre el estado de las cosas en la economía del Viejo Continente. Una de las consecuencias más tangibles que tiene el debilitamiento de la moneda es que cualquier producto que se compre y venda en dólares pasa a ser más caro. 


Esto afecta directamente a lo que los europeos pagan por las materias primas, cuyo precio se suele fijar en dólares. Especialmente al gas y el petróleo, dos productos que se han disparado a niveles históricamente elevados como consecuencia indirecta de la invasión de Ucrania. No solo es que las gasolinas y el gas (que también influye sobre el precio de la electricidad) y las gasolinas sean ahora más caros de por sí. Es que la debilidad del euro frente al dólar añade un extra al precio final.


Por ejemplo, si un barril de Brent cuesta hoy 101,7 dólares en el mercado, el coste equivalente en moneda europea sería de 99 euros. Sin embargo, si aplicáramos el tipo de cambio que estaba vigente cuando empezó el año, el barril saldría por 89,6, una diferencia de casi diez euros. Si se tiene en cuenta que prácticamente la mitad de la inflación que sufre España la causan los productos energéticos (electricidad y gasolinas), un euro en caída contribuye a que la inflación se mantenga alta.


Otra de las implicaciones de la debilidad del euro se refleja en el comercio con Estados Unidos, en la que España tiene un déficit comercial de 2.744 millones de dólares. El año pasado, España importó bienes procedentes del país norteamericano por valor de 20.213 millones de dólares, fundamentalmente combustibles fósiles (gas natural licuado y petróleo), productos farmacéuticos y en menor medida maquinaria. Productos que con un euro más flojo serán más caros. 


Por el lado contrario, España exportó a EE UU productos valorados en 17.469 millones, en su mayoría maquinaria general, gasolinas refinadas y maquinaria eléctrica. Todos estos bienes son ahora más baratos para los estadounidenses, lo que podría acabar disparando la demanda.


Vientos de recesión

Los mercados ven en el desplome del euro un indicador de que Europa se encamina irremediablemente hacia una recesión en los próximos trimestres. Cada vez son más los analistas que apuestan porque el BCE no subirá tanto los tipos de interés tanto como se esperaba porque teme inducir una crisis aún mayor en la economía europea. 


Los bancos centrales se enfrentan en estos momentos a un complejo dilema entre tratar de aplacar la disparada inflación (algo que se podría lograr parcialmente subiendo los tipos de interés) y no perjudicar el cada vez más débil crecimiento de la economía (las subidas de tipos enfrían la actividad y frenan el crecimiento).


Precisamente una de las causas principales de la debilidad del euro está en el enfoque diferente en la política monetaria que han aplicado la Reserva Federal (el banco central estadounidense) y el BCE. En 2022 la FED ha subido ya sus tipos de interés principales 150 puntos básicos y pretende seguir haciéndolo, mientras que el BCE se ha limitado a anunciar una subida de 25 puntos a partir de julio. 


Cuando un banco central sube los tipos de interés oficiales, fortalece el valor de su moneda frente a otras divisas sobre las que no se apliquen cambios similares. El hecho de que EE UU haya aplicado este año subidas de tipos hasta seis veces superiores de lo que ha anunciado el BCE explica que el euro haya perdido recorrido frente al dólar.

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