El mayor cepo a las importaciones y el salto que pegaron los dólares paralelos, con el blue en un nuevo récord de $239, es un combo que sumará más combustible a la inflación por los costos de reposición y su traslado a precios, según alertan analistas.
A eso, se suma otro factor que presionará sobre la inflación: la mayor emisión monetaria del Banco Central para asistir al Tesoro y para mantener el precio de los bonos en pesos.
Según estimaron en PPI, "las compras oficiales acumuladas desde el 9 de junio para ponerle un piso a las cotizaciones de los bonos alcanzan los $615.000 millones, equivalente a 0,8% del PBI". Y alertaron: "Lo preocupante es que no se avizora un fin para esta emisión en el corto plazo".
En este contexto preocupante, las consultoras estiman que la inflación de junio cerrará entre 5% y 5,8%, con lo cual podría superar el aumento de precios minoristas de 5,1% que se registró en mayo. En Equilibra calculan que será en torno a 5%; Eco Go, 5,2%; Ecolatina, 5,3%; Analytica, 5,4%; y ACM, 5,8%.
Inflación anual: recálculo hacia arriba
Ante el nuevo escenario, algunas consultoras corrigieron al alza la proyección de inflación anual, y el rango proyectado es entre 72% y 82,2%
Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, comentó a iProfesional que "la inflación anual la subimos de 76% a 82,2% por el impacto del cepo y la dinámica de la emisión del BCRA para la compra de deuda, que ya supera los $600.000 millones".
Asimismo, Andrés Borenstein de EconViews dijo que estima un "80% de inflación anual" y explicó que el endurecimiento del cepo a importaciones y la suba de los dólares libres "le suman combustible: al escasear los productos, es más probable que suban más de precio y los dólares alternativos no son decisivos pero algo influyen".
En sintonía, María Castiglioni Cotter, de C&T, indicó que "por el cepo, la dinámica que están teniendo las variables económicas, y el salto de los tipos de cambio revisamos al alza y la inflación para el año nos está dando un poco arriba de 80%".
Santiago Manoukian, de Ecolatina, señaló que "la subimos de 70% a 72%, con sesgo al alza, por una inercia que se muestra difícil de romper". Y justificó: "La elevada incertidumbre actual se refleja en una falta de anclas que contribuyan a frenar la inercia de una inflación que estimamos le sea difícil perforar el 4% mensual en los próximos meses".
Suba del dólar y más cepo: ¿cómo impactan en inflación?
Castiglioni Cotter planteó que "la imposibilidad de muchos sectores de importar al precio actual del tipo de cambio oficial y pagar a 180 días implica afrontar el riesgo de la devaluación. Es decir, cuando es momento de cancelar el pago habrá que tener en cuenta la variación del tipo de cambio o, eventualmente, un seguro de cambio. Eso tiene un costo financiero que se termina trasladando a precios".
"O se adquieren dólares en mercados alternativos que implicaría asumir un costo muchísimo mayor. Eso no solo impacta en los importados, sino que genera expectativa de más inflación que muchas veces termina trasladándose también a otros productos", afirmó.
Por su parte, Manoukian sostuvo que "el fortalecimiento de las restricciones a las importaciones traerá aparejada una mayor inflación, producto del aumento del costo de reposición de las mercaderías, una mayor presión sobre la brecha cambiaria y una potencial menor oferta de insumos y bienes (en cantidad y variedad)". Y advirtió: "Si las empresas comienzan a 'pricear' una mayor proporción de sus importaciones al valor de la brecha, esto adicionará mayores presiones inflacionarias".
Con igual diagnóstico, el economista Federico Glustein consideró que el mayor cepo "genera incertidumbre y suba de cotizaciones paralelas, que influyen en la inflación. Porque los importadores, si no pueden acceder al dólar oficial, acceden al paralelo, elevando los precios de los bienes finales con componentes importados o aquellos que tienen valuación en el exterior".
A su vez, Tomás Alvarez Kunhle, de Analytica, aseguró que "el efecto de las nuevas restricciones sobre las importaciones dependerá de si las empresas importadoras comienzan a remarcar precios teniendo en cuenta costos de reposición asociados al dólar financiero, que en parte dependerá de las necesidades y posibilidades de financiamiento".
De igual mirada, Lorenzo Sigaut Gravina, de Equilibra, evaluó que el mayor factor "que va a mantener la inflación elevada en el segundo semestre será el desabastecimiento. Cuando la oferta es escasa, los precios tienden a subir, y crece la incertidumbre por el costo de reposición, lo que se debe a las restricciones a las importaciones". Y enfatizó: "Si (el importador) llega a conseguir financiamiento, está la incertidumbre de a cuánto va a pagar esa mercadería en el futuro, porque queda expuesto al tipo de cambio de acá a 180 días. Ante esos casos, algunos prefieren retener la mercadería o subir el precio preventivamente".
Salto de dólares: ¿hay margen para trasladarlo a precios?
Para la economista Natalia Motyl, "este salto de los dólares paralelos, dado el elevado pass through de la Argentina, se va a trasladar a precios inmediatamente. Si se da una dinámica en la que las personas creen que el dólar hoy está barato, van a protegerse o comprando activos más seguros o dejando de vender cierta mercadería para venderla más caro mañana". En ese marco, la economista diferenció: "El sector de transables tiene un mayor margen de trasladarlo inmediatamente a precios. En cambio, el sector de no transables, dado un contexto recesivo no".
"Seguramente, muchos servicios están vendiendo a costo por la imposibilidad de trasladarlo al consumidor final", especuló Motyl. Y advirtió que "lo que preocupa es que puede ser que algunos proveedores de empresas claves, como las de construcción y la industria manufacturera, pueden retener ventas porque hoy no hay precio, y esto agravaría los cuellos de botellas en sectores clave".
Glustein coincidió en que "las empresas buscan protegerse de estas medidas que son dañinas para la producción ya que se rigen por el costo de reposición". Y auguró: "Las alzas en los precios sucederán en breve dada la falta de garantías de conseguir divisas para importar bienes necesarios pero a su vez, lo convulsionado del contexto invita claramente a reducir stocks, por lo tanto, también empujaría hacia arriba los precios".
Agustín Berasategui, economista de ACM, también evaluó que "es posible que algo" de la reciente suba de los tipos de cambio paralelos las empresas lo trasladen a precios para intentar de mantener la ganancia en dólares. "En cuanto a remarques preventivos, siempre que la demanda lo permita, las empresas van a intentar protegerse de las fluctuaciones económicas y esta es una herramienta", acotó.
Para Kunhle "el contexto macroeconómico actual lleva a que sea parte de la dinámica hacer remarcaciones especulativas. Cuando hacer una previsión respecto al costo, o incluso sobre la disponibilidad de reposición del próximo mes, es tan difícil, es lógico que aparezcan ajustes de precios que de alguna manera son preventivos".
Inflación: el efecto de la mayor emisión
El BCRA en junio aceleró la emisión monetaria vía compras de bonos en pesos para sostener el precio de cara a los desafiantes vencimientos a cubrir en el mes
Para Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso "a la incertidumbre que genera esta restricción a las importaciones y la suba de los dólares paralelos se agrega que el BCRA sigue emitiendo a más no poder lo cual hace que el peso se deprecie". Y agregó: "Cuando generas más incertidumbre sobre el futuro haces que la gente deje de demandar pesos, y cae el valor del poder adquisitivo de los pesos. Esta mayor depreciación va a significar más inflación. El impacto de esto en los precios se va a notar por 3 o 4 meses. Si en el segundo semestre la inflación baja a un piso de 4,5% o 4%, ya va a ser una suerte".
En ese marco, Abram dijo que estima "cerca de 80% de inflación para 2022" pero "si esta incertidumbre sigue afectando la demanda de pesos, y si siguen emitiendo, la situación se va a complicar más".
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