Se avecina un desastre en Afganistán
Biden y Trump serán dueños del sangriento resultado de la retirada de Estados Unidos.
El presidente Biden se reúne el viernes con su homólogo afgano y la Casa Blanca dice que está comprometida a proporcionar a Afganistán "asistencia diplomática, económica y humanitaria". Eso es un frío consuelo mientras los envalentonados militantes talibanes avanzan por todo el país.
Biden dijo en abril que las tropas estadounidenses abandonarían Afganistán antes del 11 de septiembre y que las fuerzas de la coalición partían más rápido de lo esperado. Desde mayo, los talibanes han tomado más de 50 de los aproximadamente 400 distritos del país, dijo esta semana un funcionario de Naciones Unidas. La lucha continúa en muchos distritos, que son comparables a los condados estadounidenses.
Unos 8,5 millones de afganos ya viven bajo el control de los talibanes, estima el Long War Journal , con más de 13 millones en zonas en disputa. Estos números seguirán aumentando sin un cambio de política por parte de Biden. La mayoría de los distritos recién capturados rodean las capitales provinciales, y el grupo seguirá adelante una vez que las fuerzas estadounidenses y aliadas se hayan ido. La comunidad de inteligencia cree que Kabul podría caer seis meses después de que finalice la retirada de Estados Unidos.
La ofensiva se ha trasladado al norte de Afganistán, mucho más allá de los bastiones tradicionales de los talibanes en el sur. En las provincias septentrionales de Faryab, Balkh y Kunduz se han producido brutales luchas entre militantes y fuerzas del gobierno afgano. Unas dos docenas de comandos afganos de élite murieron la semana pasada tratando de retomar un distrito crítico en Faryab. Sus pedidos de apoyo aéreo, que pueden haber salvado sus vidas, fueron en vano.
Muchas fuerzas gubernamentales simplemente están dejando que el territorio caiga en manos de los talibanes. El gobierno llama a estos retiros tácticos, pero están dejando armas y vehículos costosos. Aunque las fuerzas afganas han tenido un éxito limitado, cada vez son más limitadas sin el poder aéreo estadounidense. La multitud del “fin de las guerras para siempre”, que ha argumentado durante años que el problema real es la presencia de Estados Unidos, ha guardado un notable silencio sobre el desastre que avanza lentamente.
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