lunes, 23 de noviembre de 2020

Miles de coches en fila para recibir comida gratis; otra cara de EEUU

 

  • Cientos de coches guardan cola en un banco de alimentos para recibir víveres en San Antonio, Texas, 9 de abril de 2020. (Foto: William Luther)
Publicada: martes, 24 de noviembre de 2020 7:03

En plena pandemia de la COVID-19, una imagen divulgada en redes sociales muestra a casi 10 mil estadounidenses esperando en su coche para recibir comida gratis.

Se trata de una imagen aérea tomada el pasado 9 de abril en la que se muestra a más de diez mil personas esperando recibir víveres gratuitos en sus autos estacionados de punta a punta en un vasto estacionamiento de San Antonio, ciudad situada en el estado de Texas.

“Creo que esta ayudó mucho a aclarar algo que era realmente difícil de entender para la gente. Si había alguna duda de que la COVID-19 ha agravado la crisis del hambre en Estados Unidos, esa imagen la disipó”, indicó el domingo el fotógrafo William Luther, quien capturó la aludida imagen, a la cadena estadounidense de televisión CBS News.

A este respecto, Diane Schanzenbach, la directora del Instituto de Investigación de Políticas de la Universidad Northwestern, dijo que, a su criterio, actualmente en Estados Unidos “se cuenta demasiado con el sistema alimentario de caridad”.

Conforme a sus investigaciones, en los primeros meses de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, el número de estadounidenses que no tenían suficiente para comer aumentó de alrededor de 8 millones a casi 30 millones.

Miles de coches guardan cola en un banco de alimentos para recibir víveres en Houston, Texas, el 17 de noviembre de 2020.

 

Desde el comienzo de la crisis pandémica, hasta siete millones de personas se han inscrito en el programa de bonos para alimentos del Gobierno federal (ahora llamado SNAP). No obstante, según Schanzenbach, “los estadounidenses necesitan al menos un aumento del 15 % en esos beneficios para sobrevivir, pero las negociaciones sobre el próximo paquete de estímulo económico para mitigar los efectos de la COVID-19 entre la población están estancadas en un Congreso del pato cojo”..

El surgimiento del virus en Estados Unidos ha obligado a muchos negocios a cerrar. El porcentaje de estadounidenses en paro, clasificados como desempleados permanentes, aumentó al 35,6 % en septiembre frente al 11,1 % de abril. Sin embargo, esas pérdidas de empleos permanentes repercutirán en la economía.

Tanto el pueblo, como los funcionarios del Gobierno de EE.UU. responsabilizan al presidente saliente Donald Trump de las elevadas cifras de contagios, que en gran medida se deben al hecho de que el mandatario minimizó el impacto de la crisis sanitaria y antepuso los negocios a la salud publica, lo que, sin embargo, tampoco dio muchos frutos.

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