¿Podrá Guaidó volver a entrar a Venezuela?

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25 febrero 2019
El regreso de Juan Guaidó a Venezuela puede marcar un antes y un después en la historia de esta crisis. ¿Logrará el presidente interino volver a su país o se convertirá en el líder de un gobierno en el exilio?

 Este fue el momento en el que Juan Guaidó cruzó trotando de Venezuela a Colombia para asistir al concierto Aid Live Venezuela.

Al mejor estilo de una partida de póker, el sábado pasado el Grupo de Lima se fue All In en su estrategia para derrocar al régimen de Nicolás Maduro. Los países que conforman ese grupo hicieron un cálculo arriesgado, por decir lo menos, que evidentemente no salió como se esperaba.

El autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó, era optimista sobre los resultados que podía dejar la jornada del intento de ingresar la ayuda humanitaria. Sin embargo, la jugada no salió bien y una posible caída de la dictadura en Venezuela se ve hoy más distante que antes.

Todo lo que se hizo el fin de semana en la frontera entre Colombia y Venezuela representaba un riesgo. En medio de la tensión que se vive hoy entre los dos países, cualquier cosa podía pasar. El balance de la jornada, a pesar de los manifestantes muertos y de los cientos de heridos, deja una victoria política contundente para Maduro y la que fue, tal vez, la primera derrota para Guaidó y el Grupo de Lima desde que empezaron sus gestiones para lograr la transición política en Venezuela.

Sin embargo, la jugada más audaz y arriesgada de Juan Guaidó no fue el acopio de la ayuda humanitaria en la frontera, ni el ofrecimiento de una amnistía a los militares, ni la promoción del concierto, ni la convocatoria a más de un millón de voluntarios para que ayudaran a ingresar las medicinas y los alimentos. Todo eso era más o menos previsible. Lo que nadie se esperaba era que el presidente interino fuera capaz de salir de su país para cruzar la frontera y asistir al concierto. Ese hecho, que a simple vista parece irrelevante, puede significar un cambio de tercio en la estrategia del Grupo de Lima.

Como ha quedado ampliamente demostrado desde que Guaidó se autoproclamó presidente interino de Venezuela, llegar al objetivo planteado va a ser muy difícil mientras Maduro mantenga la lealtad de los militares. Por más réditos políticos que puedan tener el llamado cerco diplomático y las sanciones económicas, quien manda realmente es aquel que duerma en el Palacio de Miraflores y tenga el monopolio de las armas y la obediencia del estamento castrense.

Es por esto que la decisión de Guaidó de abandonar el territorio venezolano para hacer presencia en el concierto en la frontera fue una apuesta que puede tener profundas consecuencias pues, en días pasados, el fiscal general de Maduro, Tarek William Saab, presentó una solicitud al Tribunal Supremo de Justicia para que impidiera la salida de Guaidó por la investigación preliminar que se adelanta en su contra.

El líder opositor venezolano hizo caso omiso a esa restricción no solo para cruzar a coordinar el ingreso de la ayuda sino para mandar el mensaje de que es él quien manda en su país. Esa decisión hubiera tenido más fuerza y menos implicaciones si las gestiones humanitarias del sábado hubieran salido bien. Sin embargo, ahora Guaidó se enfrenta hoy a la titánica tarea de volver a entrar a su país sin que lo maten o lo capturen en el intento.

Uno de los caballitos de batalla que le ha permitido a Guaidó llegar hasta donde ha llegado, fue el de decir que todas sus acciones estaban plenamente apegadas a la ley y a la constitución. Así las cosas, haber desafiado a la institucionalidad que, quiérase o no, aun manda en Venezuela, lo pone en una posición muy difícil.

 El embajador en Colombia del Gobierno interino, Humberto Calderón, dijo en entrevista con Caracol Radio que Guaidó regresará a Venezuela y que ya tienen un nuevo plan para ingresar la ayuda humanitaria. Así mismo lo reiteró el propio Guaidó en el marco de la reunión de Grupo de Lima. El presidente encargado le aseguró a la prensa que volverá esta semana a su país. Lo que no se entiende muy bien es cómo. Cuando se lo preguntaron Guaidó respondió: "Derrocando a la dictadura".

 De toda esta situación quedan más preguntas que respuestas:

 ¿Se atreverá Guaidó a regresar esta misma noche? De ser así, ¿Cómo lo hará? ¿Intentará entrar en avión o tratará de escabullirse por las trochas? Si entra, ¿será Maduro capaz de capturarlo? Y si lo capturan, ¿cómo reaccionarán el pueblo venezolano y la comunidad internacional?

 De la respuesta a estos interrogantes depende, en buena medida, el destino del próximo capítulo de la crisis venezolana. Queda por verse cuál será la estrategia del presidente interino para volver a su país. Lo único que está claro por lo pronto es que el regreso de Guaidó no será fácil y que ese intento representa un riesgo monumental para el líder opositor. Se trata de la medida de aceite más tensa hasta ahora entre el autoproclamado presidente y la dictadura.