sábado, 10 de marzo de 2018

Rusia y China abren ruta de la Seda Polar para neutralizar a EEUU

  • Un rompehielos chino se mueve por las aguas heladas del océano Ártico.
Publicada: sábado, 10 de marzo de 2018 9:10
Rusia y China planean abrir una nueva ruta estratégica comercial denominada la Seda Polar a través del océano Ártico con visiones de que la vía transpolar abra una nueva frontera económica rica en petróleo y gas natural que permita contrarrestar la recién iniciada guerra comercial de EE.UU.
China se ha propuesto a enviar mercancías desde Asia a Europa a través de la parte superior de Rusia, con visiones de que el transporte transpolar domine su nueva estrategia ártica, una perspectiva compartida con Moscú que ve en este proyecto en común un futuro relanzamiento de sus rutas comerciales de suministro de petróleo y gas natural a mercados tan lucrativos y consumidores como lo son los europeos, según un informe publicado este sábado en el periódico canadiense National Post.
El presidente ruso, Vladimir Putin, cuya Gobierno planea invertir decenas de miles de millones de dólares para 2030 para desarrollar naves, constructores navales y puertos y bases militares a lo largo de la Ruta del mar del Norte, reiteró la semana pasada su convicción de que el transporte polar es el próximo gran reto para su país.
“Nuestro objetivo es convertirlo en una ruta de transporte verdaderamente global y competitiva”, dijo Putin durante su intervención ante la Asamblea Federal de Rusia, donde presentó también nuevas y avanzadas armas del Ejército ruso.
Este planteamiento resurge por el calentamiento global que está causando un derretimiento sin precedentes del hielo marino del Ártico permitiendo de este modo que algunos petroleros rusos y chinos puedan cruzar estas aguas casi siempre heladas en pleno invierno, algo que antes era impensable, explica el texto.
En concreto, la ruta del mar del Norte, que se extiende aproximadamente desde Murmansk en el oeste hasta el estrecho de Bering en el este, se ha convertido en el punto focal de la estrategia del Ártico tanto de Rusia como de China, ya que esta ruta recorta en un tercio de tiempo la duración del transporte de mercancías de Asia a Europea que se realiza a través del Canal de Suez.

La ruta mercantil ártica que está resurgiendo de nuevo ya se usaba para el tránsito interno de mercancías durante los años del mandato de Joseph Stalin, el líder de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Sin embargo, después del colapso de la Unión Soviética, se disolvió este enlace del mar Ártico.
Rusia está muy interesada en desarrollar sus recursos energéticos en el Ártico, en parte debido a las sanciones occidentales impuestas a raíz de la anexión de la Península de Crimea en 2014, dice el analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, Heather Conley, citado por el diario. Agregando además que estas medidas limitan el acceso de Rusia a la nueva tecnología necesaria para mantener sus campos tradicionales de petróleo y gas productivos.
Por ello, el informe destaca que ese comercio de energía en el Ártico consolidará aún más los lazos más estrechos entre Rusia y China; puesto que, Pekín ha asignado 12 mil millones de dólares para invertir en la construcción del gaseoducto Yamal que dará servicio de suministro a campos del gas ruso.
Estos planes de alguna manera pueden contrarrestar los desafíos comerciales a nivel global de EE.UU., cuyo presidente Donald Trump recientemente ha anunciado la imposición de aranceles de aduana a importaciones a su país. Una iniciativa que muchos lo ven como el preludio de una guerra comercial.

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