viernes, 16 de marzo de 2018

China se prepara para el "desastre" de una guerra comercial con EEUU. "China no se deja pisotear. Tal vez sea el destino de China luchar con Estados Unidos para darle una lección. Si eso es lo que debe ocurrir, que así sea"

China se prepara para el "desastre" de una guerra comercial con EEUU. "China no se deja pisotear. Tal vez sea el destino de China luchar con Estados Unidos para darle una lección. Si eso es lo que debe ocurrir, que así sea"

http://www.elmundo.es/internacional/2018/03/15/5aaa2ad5468aebee6e8b4610.html
Azafatas posan delante de un retrato del líder chino Mao Zedong dentro de la Ciudad Prohibida antes de la clausura de la 13ª Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino en Pekínl. ROMAN PILIPEYEFE
El diario oficial Global Times pedía en su editorial de hoy que China se prepare "para la guerra comercial que se avecina" con Estados Unidos y esté lista para "lanzar golpes a la cabeza contra Washington y no ser suave" en un reflejo de la psicosis que ya se observa en este país ante el inminente choque de las dos economías más poderosas del planeta que anticipan todos los especialistas.
"China no se deja pisotear. Tal vez sea el destino de China luchar con Estados Unidos para darle una lección. Si eso es lo que debe ocurrir, que así sea", añadió el matutino, conocido por su agresivo estilo dialéctico.
Pese al tono grandilocuente del periódico, el propio ministro de comercio chino, Zhong Shan, advirtió hace días que en esa confrontación no habrá "ganadores" y será "un desastre para China, EEUU y el resto del mundo".
Desde hace días, y pese a los intentos de Pekín por frenar el encontronazo, los medios locales parecen estar preparando al público chino para este brete que muchos consideran inevitable especialmente tras la imposición de aranceles a las importaciones de acero y aluminio, dos metales de los que China es el mayor productor del planeta.
Un portavoz de la Casa Blanca explicó el miércoles que EEUU ha exigido a China que reduzca en 100.000 millones de dólares el déficit comercialque afronta la nación norteamericana en su relación bilateral, que estimó en 375.000 millones de dólares el año pasado, mientras que el nuevo consejero económico de Donald Trump, el economista Larry Kudlow, arremetía contra Pekín nada más conocer su nombramiento.
"Creo que China se merece una respuesta contundente. EEUU podría liderar una coalición de grandes socios comerciales y aliados contra China y dejar que sepa que están rompiendo las reglas de izquierda a derecha", manifestó Kudlow en declaraciones a una emisora de su país.
Fuentes de la administración Trump citadas por diversos medios de ese país indicaron que el mandatario se dispone a aplicar aranceles por valor de 60.000 millones de dólares a las importaciones china de forma inminente, especialmente aquellas relacionadas con los sectores de la tecnología y las comunicaciones. Casi un centenar de productos podrían verse afectados por este plan diseñado bajo los auspicios de Peter Navarro, otro asesor financiero de Trump conocido por su animadversión hacia China.
"No podemos seguir ciegos frente a las prácticas comerciales desenfrenadas e injustas contra nuestro país", aseveró el propio presidente en un tuit el mismo miércoles .
Una publicación norteamericana adelantó que la medida podría entrar en vigor la semana que viene.
Ante los repetidos signos provenientes del territorio estadounidense, Pekín replicó por boca de un portavoz del ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, advirtiendo que si "EEUU toma pasos que dañen los intereses chinos" su país "tomará sin duda medidas para salvaguardar nuestros derechos legítimos e intereses".
Los medios oficiales ya han filtrado la hipótesis de que China podría replicar con restricciones centradas en firmas o sectores tan simbólicos para EEUU como la compañía Boeing o las exportaciones de soja.
Considerada como la principal compañía exportadora estadounidense, el crecimiento de Boeing depende en gran medida de la ingente expansión del sector aéreo chino, que según estimó la misma empresa en septiembre podría adquirir hasta 7.200 aviones en las próximas dos décadas invirtiendo en estas compras cerca de 1.100 billones de dólares.
Publicaciones como el citado Global Times han sugerido que los pedidos a Boeing se canalicen hacia Airbus.
También han apuntado a que Pekín debería restringir las significativas importaciones de soja estadounidense, que exporta un 60 por ciento de su producción hacia el mercado chino, y cambiarlas por el que produce Brasil, recordando que los agricultores norteamericanos se significaron por formar parte del electorado más fiel a Trump.

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