Sospechan que la red Haqqani pakistaní y aliada de los talibanes afganos sería el verdadero responsable del mortífero atentado con la ambulancia cargada de explosivos ( se cree que la red Haqqani está ligada a los servicios secretos pakistaníes, porque atacan a intereses indios en Afganistán)
¿Por qué deben importarnos los atentados en Afganistán?
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El Mundo
28 Ene 2018 - 3:00 PM
redacción internacional
El país está de luto: los talibanes mataron con un carro bomba a 103 personas y dejaron 200 heridas. Tres razones por las que estos atentados deben importarnos.
El caos reinó en Kabul (Afganistán) tras los atentados. El país sufre un desangre desde 2001. AFP
Gran parte de las víctimas del atentado perpetrado el sábado por los talibanes murieron mientras hacían fila en un puesto de control en el medio de una calle en una zona de locales y oficinas del centro de Kabul, y en una sala de espera de un hospital cuyo muro se derrumbó. El saldo de la explosión de una ambulancia cargada con explosivos es de 103 personas muertas y más de 200 heridas.
Una muestra más de la terrible situación que vive Afganistán, que desde la invasión de Estados Unidos, en 2001, no ha tenido paz. Hace dos años, cuando el conflicto cumplía 15 años, las estimaciones de las muertes de civiles oscilaban entre 31.000, según datos del Instituto Watson para Estudios Internacionales; organizaciones como el informe 'Body Count' era de 170.000.
El 2018 comenzó de manera sangrienta para los afganos, cuyas muertes parecieran no contar para la prensa internacional que apenas registra los hechos, sin ahondar en la magnitud de los hechos. ¿Por qué debe importarnos este atentado?
Vea más: ¿Por qué importan más los muertos afganos que los franceses?
1. Atentados más frecuentes y salvajes
La guerra en este país cumple 17 años y el nivel de brutalidad en los atentados sigue empeorando. El domingo Kabul estaba conmocionada. La misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) tiene previsto difundir en las próximas semanas el informe anual de víctimas civiles del conflicto afgano correspondiente al 2017. En el año anterior, contabilizó 3.498 civiles muertos y 7.920 heridos.
Un suicida de esta vez hizo detonar ayer una ambulancia llena de explosivos en la parte exterior de la antigua sede del Ministerio del Interior afgano, donde aún operan algunas dependencias oficiales y que está situada en una zona de gran actividad con comercios y mercados. El ministerio indicó que la revisión de los vídeos muestra que 20 minutos antes del ataque dos ambulancias se dirigieron juntas al primer punto de control.
El primer vehículo fue revisado durante más de un minuto y después lo dejaron pasar mientras que la segunda ambulancia pasó sin registrar asumiendo que los dos vehículos llevaban pacientes al hospital Jamhoriat, situado en la zona.
Ambos vehículos entraron al aparcamiento del hospital de donde la segunda salió posteriormente para efectuar el atentado. Masoom Stanekzai, jefe del Directorio Nacional de Seguridad (NDS), la principal agencia de inteligencia del país, indicó en la misma rueda de prensa que los atacantes usaron los "medios más propicios humanamente" en referencia a la ambulancia, para lanzar "una acción inhumana".
En octubre pasado, la misión de la ONU resaltó que en los nueve primeros meses del 2017 se había registrado una reducción del 6% respecto al mismo periodo del año anterior, con 2.640 fallecidos y 5.379 heridos, pero también que cada vez pierden la vida más civiles en enfrentamientos de los actores armados.
Entonces, el Ejecutivo anunció que tomaría medidas para hacer más segura la capital, y en efecto limitó el tráfico en algunas zonas y colocó más barreras, pero eso no ha detenido los ataques. Por el contrario, los civiles se han ido volviendo objetivo habitual.
Hace apenas ocho meses esta misma ciudad veía cómo un camión lleno de explosivos mataba a otros 150 civiles. Ningún grupo insurgente se atrevió a reivindicar esa masacre, que el Gobierno atribuyó también a los talibanes.
El fin de semana pasado, más de veinte personas murieron en el Hotel Intercontinental de la capital afgana en un asalto perpetrado por seis talibanes que se enfrentaron a las fuerzas de seguridad durante 12 horas hasta que fueron abatidos.
El ministro del Interior, Wais Ahmad Barmak, indicó que algunos de los cuerpos de los fallecidos han quedado imposibles de reconocer y se está trabajando en su identificación.
2. El Estado Islámico y ataques
Aunque los talibán se adjudicaron este atentado, cabe recordar que en Kabul también actúa el Estado Islámico (EI), que desde hace tiempo ha lanzado sangrientos ataques contra los afganos. El 4 de enero un atacante de esta organización hizo explotar una bomba y causó 13 muertos.
El miércoles de la semana pasada, cuatro miembros de Save the Children, murieron en un ataque del EI contra los locales de esa ONG británica en Jalalabad (este). El ataque, realizado por seis hombres armados según las autoridades locales, duró más de siete horas.
Save the Children anuncia luego "la suspensión temporal de sus operaciones en Afganistán", país que califica como uno de los más peligrosos para los empleados de las agencias humanitarias.
Las autoridades afganas defendieron que no hay forma de impedir el cien por cien de los atentados y afirmó que en el último mes se han decomisado más de 4.000 toneladas de explosivos solo en cuatro provincias.
Stanekzai señaló a Pakistán como punto de origen de ese material y lugar de entrenamiento de los terroristas. Por su parte, el ministro de Defensa, Tariq Shah Bahrami, aseguró que 106 insurgentes han sido abatidos en las últimas 48 horas.
"Prometemos que vamos a tomar venganza por la sangre de nuestros compatriotas", dijo.
Además, este lunes ha sido declarado no laboral en la capital y las autoridades han llamado a todos los afganos del país a unirse el martes a una jornada de oraciones por los "mártires" de los recientes atentados terroristas registrados en el país.
En la zona del atentado, funcionarios del municipio de Kabul despejaban hoy de escombros la conocida como calle del Ministerio del Interior y reparaban lo que se podía salvar de la gran explosión.
Gran parte de las víctimas del atentado de los talibanes murieron mientras hacían fila en un puesto de control en el medio de una calle en una zona de locales y oficinas, y en una sala de espera de un hospital cuyo muro se derrumbó, según indicaron a Efe fuentes policiales.
Una red en Pakistán
La red Haqqani, que las autoridades afganas sospechan fue la autora del atentado de este sábado, es un grupo basado en las zonas tribales de Pakistán, aliado de los talibanes en su lucha contra las fuerzas de la OTAN en Afganistán.
Sirajuddin Haqqani dirige el grupo. Es además adjunto al jefe de los talibanes afganos. El grupo es considerado responsable de varios atentados sangrientos en Afganistán los últimos años.
Se sospecha que el grupo mantiene contactos con los servicios secretos paquistaníes. En 2011 el almirante estadounidense Mike Mullen lo describió como un "verdadero brazo" armado de los paquistaníes.
El grupo fue creado por el padre de Sirajuddin Haqqani, Jalaluddin, un comandante muyaidin que combatió la invasión soviética en Afganistán durante los años 1980, ayudado por Estados Unidos y Pakistán.
Los Haqqani, conocidos por recurrir frecuentemente a kamikazes, fueron acusados de haber organizado la explosión con camión bomba en la que murieron unas 150 personas en mayo. En un poco común mensaje de audio Sirajuddin lo negó.
También se responsabiliza al grupo del asesinato de altos responsables afganos y del secuestro de extranjeros a cambio de recompensas.
Entre estos últimos figuran el canadiense Joshua Boyle, su esposa estadounidense Caitlan Coleman, y sus tres hijos nacidos en cautiverio, secuestrados en 2012 y liberados el octubre, así como el militar estadounidense Bowe Bergdahl, capturado en 2009 cuando había desertado y liberado en 2014.
Los miembros de la red haqqani forman parte de los combatientes talibanes que, luego de la intervención militar estadounidense en Afganistán en 2001, cruzaron en masa la frontera paquistaní en donde se reagruparon antes de lanzar una rebelión contra los estadounidenses.
Coordinaron atentados contra la OTAN desde su bastión de Miran Shah, capital de Waziristán del Norte, un territorio tribal de Pakistán.
Estados Unidos respondió con varios ataques desde drones. Las Fuerzas Armadas paquistaníes llevaron por su parte importantes operaciones de limpieza, aunque responsable afganos dicen con ironía que fallan siempre en dar con los de haqqani.
Los haqqani fueron frecuentemente acusados de apuntar contra intereses indios en Afganistán, lo que refuerza las sospechas de que actúan a cuenta de agencia de inteligencia paquistaníes.
Con información de AFP y EFE
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