viernes, 19 de mayo de 2017

Gleevec, una droga milagrosa para la cura de la leucemia mieloide crónica.

Gleevec, una droga milagrosa para la cura de la leucemia mieloide crónica.


8 mayo, 20172749
  

Druker Brian


Llevó más de una década completar el ciclo del medicamento
Quince años atrás, el pronóstico de una persona diagnosticada con leucemia mieloide (LMC) era extremadamente sombrío, en la actualidad este panorama cambió en alguna medida gracias a un medicamento diseñado en Israel.

En el 2003 un jugador de hockey profesional, judío estadounidense, fue diagnosticado con LMC a la edad de 27 años.

Eli Canaani

En ese momento, sus médicos le dijeron que sólo tenía dos semanas de vida. “Me dieron una sentencia de muerte”, dijo Fields. Ahora tiene 40 años de edad, ha estado libre de cáncer durante casi 15 años y atribuye su recuperación a Gleevec, una droga para el cáncer que todavía estaba en una fase experimental en el 2003 pero que ahora ha cerrado su circuito completamente.


Mel Mann, mayor del ejército de EE.UU., tenía 37 años cuando le diagnosticaron LMC y le pronosticaron tres años de vida. En esos momentos era casado y tenía una niña de cinco años. En agosto de 1998, Mann fue uno de los 20 pacientes que iniciaron la Phase I, que en ese momento se denominaba STI571.


Nicholas Lydon

La droga fue aprobada por el FDA (Food & Drug Administration) en el 2001. Mel es uno de los pacientes que aún en la actualidad está medicado con el Gleevec y que vivió durante más tiempo.


El Dr. Brian Druker, que dirigió el desarrollo clínico original de Gleevec, fue coautor del estudio mundial que incluyó a 1.106 participantes en 177 centros de cáncer en más de 16 países.


La historia de este medicamento realmente comienza en el 2001, cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (USFDA, por sus siglas en inglés) otorgó una revisión prioritaria del mesilato de imatinib, que figura ahora con el nombre de Gleevec, como terapia oral para pacientes con Leucemia Mieloide crónica o CML.


El estudio de seguimiento de casi once años de duración mostró una tasa de supervivencia global estimada del 83,3 por ciento. 


Según el Instituto Nacional del Cáncer, antes de la aprobación por la FDA de la droga en 2001, sólo de 1 de cada 3 pacientes con LMC lograba sobrevivir los cinco años después del diagnóstico.



“El éxito a largo plazo de este tratamiento confirma el notable éxito que hemos visto desde los primeros ensayos del medicamento”, manifestó el Dr. Druker, director del OHSU Knight Cancer Institute, Investigador del Instituto Médico Howard Hughes.




Instituto Weizmann
El descubrimiento de Gleevec marcó el comienzo de la era de la medicina personalizada contra el cáncer, demostrando que era posible suprimir las células que permiten que el cáncer crezca, sin dañar a las células sanas.


Este medicamento fue el primero en el mercado que se dirige directamente hacia las células causantes del cáncer LMC, dejando las células sanas intocables, con un seguimiento rápido a través de ensayos clínicos y aprobados por la FDA en 2001 para el tratamiento bajo ciertas circunstancias.



Fue descubierto en la década de 1990 por el bioquímico Nicholas Lyndon, aunque su éxito se atribuye más a menudo al Dr. Druker, que fue pionero en su uso para mejorar el tratamiento.



Pero el trabajo de Druker se basó en una investigación científica innovadora llevada a cabo en la década de 1980 por un investigador israelí del Instituto Weizmann de Ciencias, el profesor Eli Canaani, que trabajó junto con el hematólogo americano visitante Robert Gale, en el laboratorio de Canaani en Israel.


El y Gale fueron los primeros en descubrir que cuando dos genes clave tuvieron una desviación en la que intercambiaron fragmentos de material genético, el resultado fue una proteína fusionada que desencadenó el cáncer. 

“Esta fue la primera demostración de que un reordenamiento del ADN del cáncer se une a dos genes específicos y provoca una fusión de sus proteínas codificadas para formar una proteína cancerosa”, dijo Canaani en un comunicado.
La fusión anormal, conocida como la translocación Filadelfia o el cromosoma Filadelfia, da como resultado un gen llamado BCR-ABL, Gleevec trabaja inhibiendo la fusión de los genes BCR y ABL.


Hasta el descubrimiento de Canaani, los médicos sabían acerca de la unión de los dos genes, pero no habían entendido su significado.

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