miércoles, 21 de diciembre de 2016

Estado Islámico amenaza Europa: Berlín. // POR SALVADOR BURGUET, CEO DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA AICS encontrado en la informacion.com

Estado Islámico amenaza Europa: Berlín
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POR SALVADOR BURGUET, CEO DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA AICS / LAINFORMACION.COM
LAINFORMACION.COM| 21/12/2016 - 09:12
Si alguien se pregunta por qué se ha tardado en dar el comunicado, la razón es muy simple, porque había un detenido.

         Estas Navidades pueden ser difíciles pero todos tenemos que ayudar, por lo menos para que “ellos no sean más listos que nosotros”.

El Estado Islámico reivindica el atentado de Berlín donde han muerto 12 personas

Ayer escribía un somero análisis de los acontecimientos en Berlín, en el cual no daba por sentado, porque no se podía hacer, ni porcentualmente ni de otra manera, que era un atentado terrorista. Hoy, desgraciadamente, y aunque todos lo pensábamos, sí. Durante poco más de veinticuatro horas, la organización terrorista Estado Islámico ha tenido a toda Europa en vilo a la espera del comunicado que ha sido publicado esta misma tarde-noche. Pero, no nos quedemos con el comunicado, vayamos más allá y veamos, por encima, qué rodea a este ataque y por qué los secuaces de al-Baghdadi han tardado tanto.
Desde que se cometió el ataque con el camión contra el mercado navideño, se han sucedido una serie de acontecimientos que, en poco o en mucho, han dejado entrever graves problemas de seguridad en Alemania, y por extensión en Europa; han provocado que las autoridades alemanas queden en una posición muy incómoda ante las declaraciones de algunos responsables de la seguridad; y han permitido, con todos estos despropósitos, que Estado Islámico salga más triunfal que nunca.

Paso a paso, los hechos son como siguen.

Se detiene a un individuo de origen pakistaní como sospechoso de ser el conductor del fatídico camión. Tras muchas horas de interrogatorio, durante el cual el arrestado siempre ha mantenido su no relación con los hechos, acaba por ser puesto en libertad. No era el conductor. Mientras estas investigaciones tenían lugar, las declaraciones de diversos responsables de la seguridad se sucedían, y ante la falta de comunicado de Estado Islámico la respuesta es que “estas declaraciones suelen tardar”. Vamos a ver, seamos serios, intentémoslo una vez más. Eso no es correcto. Cuando Estado Islámico quiere atribuirse un ataque lo hace casi dentro de las doce horas posteriores a los hechos. Me viene a la memoria Bruselas, Niza y tantos otros. Que diga esto alguien que no entiende del asunto vale, pero todo un Jefe de Policía no es de recibo.

Alrededor de las siete de la tarde, el detenido es puesto en libertad. Recuerdo que poco después estaba hablando por teléfono con mi amigo Fernando Hernández, redactor de este periódico, y le dije “Fernando, si hay comunicado va a salir ahora”. Media hora después desde la Sala de Operaciones de AICS se informaba del mensaje de A´maq. No, no tengo una bola de cristal, solo analizo los acontecimientos, conozco la forma de operar de Estado Islámico (como muchos otros) y busco respuestas.
Y estas son las respuestas.
Si alguien se pregunta por qué se ha tardado en dar el comunicado, la razón es muy simple, porque había un detenido.


Se debe partir de una premisa fundamental, a pesar de lo que algunos “expertos de plató” digan: Estado Islámico ni ordena, ni supervisa, ni decide el cuándo, el cómo y el dónde de este tipo de atentados. De la misma manera, Estado Islámico no sabe quién es el que lleva a cabo el atentado, por no saber, desconoce hasta su nombre o nacionalidad. Esto es así, se ha demostrado desde los mismísimos atentados de Bruselas (cuando algunos dijeron que fue Estado Islámico y, que yo recuerde, fui uno de los pocos que dijo que no), pasando por otros en Bélgica, Francia o Alemania, Suiza o Austria.
Con este concepto puesto sobre la mesa, y usado como base para el razonamiento lógico, la organización terrorista no puede arriesgarse a lanzar un  comunicado con los términos habituales de “soldado del Califato” sobre alguien que puede ser o no el responsable de los hechos. Ellos son, por ahora, más listos que nosotros. Este es, y no otro, el motivo fundamental y único del por qué del retraso. Debo decir que, no solo Occidente estaba esperando este mensaje, sino que los miles de seguidores de la organización terrorista también. De hecho, en la tarde de ayer, concretamente desde las ocho de la noche hasta cerca de las cinco de la madrugada, no hubo ninguna comunicación en los canales habituales de simpatizantes, afiliados y oficiales del entorno de Estado Islámico. Incluso yendo más allá, en AICS detectamos que se habían emitido mensaje protestando por el retraso en la emisión del comunicado, mensajes, por cierto, lanzados por los propios seguidores de la organización terrorista.


Pero nada inmutó a las mentes frías, macabras y sanguinarias de Estado Islámico. Eran conscientes que mientras el individuo detenido estuviese en dependencias policiales, y no hubiese ningún comunicado oficial de las autoridades alemanas sobre su responsabilidad en los hechos, no podía, como se dice castizamente, “mover ficha”.

Quizá sea volver a las andadas en mis comentarios, quizá sea convertirme en un pesado que siempre dice lo mismo, pero Estado Islámico vive en un mucho de la propaganda, de vender su imagen. En esto, llega a extremos que ni las estrellas de Hollywood, los futbolistas de élite o los mismos políticos, llegan. Nadie puede decir, desde que vivimos bajo el terror de esta organización terrorista, que ha mentido en sus comunicados o que se ha equivocado en asumir o atribuirse algo que luego ha resultado falso. Quizá deberíamos aprender de eso, seguramente nos iría mejor.
¿Y ahora qué?
Pues ahora, aprender de los errores. Cuando ayer por la tarde un alto responsable de la policía berlinesa decía “proteger el mercadillo es imposible”, alguien debería haberle recordado que un camión de dieciocho metros de largo y cuarenta toneladas de peso entró con la misma facilidad con la que yo me tomo un café en el Coffyright de mi amigo José. Alguien debería recordarle que nadie le paró, tan solo un árbol de Navidad y que, para colmo, el conductor bajó de la cabina y se marchó. Ya no se trata solo de que alguien pueda planear algo así, en esto sí es cierto que no se puede hacer mucho. Ni que se pueda robar un camión de ese tamaño y que no se active algún protocolo de seguridad, básicamente porque es sospechoso en los tiempos que corren.

Ni que el vehículo en cuestión pueda circular libremente por las calles de Berlín, sin que llame la atención de alguna patrulla de la policía. No, el hecho grave y penoso es que se intente justificar estos errores.
Todo esto me recuerda Niza, y no hablo del ataque en sí mismo (lo que se conoce técnicamente como modus operandi) sino en lo que rodea a ese ataque. Si en aquella ocasión se pudo demostrar que las comunicaciones de los policías no funcionaban correctamente, que nadie registró el vehículo para saber si llevaba la carga declarada, o que nadie acertó a detenerlo cuando comenzó a embestir a las personas en aquel paseo marítimo; en ésta las cosas no van por derroteros muy diferentes.


Hoy me decía mi Director de Operaciones que en América Latina tenemos fama los europeos de ser prepotentes, de creernos lo más listos del mundo. Me ha hecho pensar y, con cierta consternación he de decirle que tiene razón. No hacemos caso a las amenazas, ni a los mensajes velados, no estudiamos al enemigo (porque Estado Islámico es eso, un enemigo de las libertades de todo ser humano), no intentamos ver más allá de la foto, el poster, el vídeo o la revista que cada día aparecen en las redes sociales.
Lo que es cierto es que ahora podemos esperar una agresiva campaña de propaganda por parte de esos sádicos que bajo las tapas del Corán, de su Corán particular que no es el de millones y millones de seguidores de la religión de Alá, tan respetuosos con nosotros como lo somos con ellos, justifican este tipo de actos. Y por si fuera poco, a pesar de lo que algunos afirman, no sé en base a qué, Europa no está haciendo una contra-narrativa, principalmente porque Europa no mantiene ni una política común frente al terrorismo islamista, más allá de lo políticamente correcto.
Por último, seguro que ahora muchos lectores se preguntarán… ¿y España?
No vamos a engañarnos y este tipo de atentados puede ocurrir en cualquier sitio. Localizar a un individuo que de forma unilateral quiere llevar a cabo una acción suicida es casi imposible. No creo, y lo digo desde el convencimiento, que España esté en peligro, al menos de un atentado inminente; seguramente porque confío en los que día a día se juegan la vida por protegernos. Sin embargo, sí que pienso que se deben incrementar ciertas medidas disuasorias como la presencia policial en las calles de manera creciente. Por sistema, por su falta de preparación y por la falta de profesionalidad, ninguno de los que han llevado a cabo atentados de este tipo se ha enfrentado a las fuerzas de seguridad antes de cometer el mismo. La disuasión se impone pues como medida razonablemente efectiva, y en este caso se consigue mediante la presencia policial. Yo se lo comentaba esta mañana a un responsable de la lucha contra el terrorismo islamista, con quien me reúno casi semanalmente por razones obvias. Es difícil atraparlo antes, pero no es tanto reducir su efectividad.

Como dije ayer, estas Navidades pueden ser difíciles pero todos tenemos que ayudar, por lo menos para que “ellos no sean más listos que nosotros”.

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