domingo, 11 de septiembre de 2016

Es el momento de vender acciones de todo tipo en el mundo y en Perú; tal vez sea el inicio de recesión mundial, lo cierto es que hay más riesgo a la baja que potencial al alza para este mercado durante los próximos meses, la otra posibilidad es que China en Hangzhou amenazo al mundo con devaluar 10% si no paraban la relajación cualitativa , eso implica la profundización de la recesión en Europa y el triunfo de Trump en EEUU .Deducido de Inyoung Hwang, Paul Vigna y Aaron Kuriloff encontrado en el WSJ

Es el momento de vender acciones de todo tipo en el mundo y en Perú; tal vez sea el inicio de recesión mundial, lo cierto es que hay más riesgo a la baja que potencial al alza para este mercado durante los próximos meses, la otra posibilidad es que China en Hangzhou amenazo al mundo con devaluar 10% si no  paraban la relajación cualitativa , eso implica la profundización  de la recesión en Europa y el triunfo de Trump en EEUU .

En Perú (que esta semana venderán miles de millones en acciones)
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El alza de la volatilidad pone un fin abrupto a las vacaciones de los mercados

http://lat.wsj.com/articles/SB10605583215429024627104582308393960943800?tesla=y


 Corredores en la Bolsa de Nueva York.

Corredores en la Bolsa de Nueva York. PHOTO: MICHAEL NAGLE/BLOOMBERG NEWS

Por
 Inyoung Hwang,

Paul Vigna y

Aaron Kuriloff


domingo, 11 de septiembre de 2016 20:34 EDT
Los mercados volvieron de sus vacaciones.

Los inversionistas que habían apostado a una baja volatilidad en los mercados fueron sacudidos el viernes cuando el precio de las acciones, los bonos, el petróleo y el oro colapsaron en medio de preocupaciones sobre la disposición y la capacidad de los bancos centrales para apuntalar los mercados.

Antes del desplome del viernes, en el que el S&P 500 cayó 2,5%, el índice no había descendido en más de 1% por 52 sesiones consecutivas.


Los precios del petróleo y el oro habían subido más de 20% este año, mientras que el MSCI Emerging Markets Index había subido 17% en medio de la confianza de que el flujo de dinero fácil de los bancos centrales continuaría siendo abundante e indefinido.

El Índice de Volatilidad CBOE, o VIX, que mide las expectativas de volatilidad en las acciones, osciló cerca de sus niveles más bajos en años durante julio y agosto, conforme los corredores consideraban el débil crecimiento económico como una excusa para que los bancos centrales postergaran el ajuste de sus políticas. El viernes, saltó 40%.

“Hay una creciente sensación de que los bancos centrales han tocado un muro”, dice David Rosenberg, economista jefe y estratega de Gluskin Sheff & Associates Inc., una gestora de dinero de Toronto. “Lo cierto es que hay más riesgo a la baja que potencial al alza para este mercado durante los próximos meses”.




Aunque algunos inversionistas advirtieron en los últimos meses sobre la complacencia y cuestionaron cuánto podrían subir los activos en medio de un ambiente de datos económicos mixtos, muchos no querían quedarse al margen en un mercado al alza. El dinero se distribuyó por todas partes, desde acciones de empresas de baja capitalización y bonos corporativos con rendimientos negativos a activos de mercados emergentes.

En la semana anterior al viernes, por ejemplo, los fondos de acciones de mercados emergentes recibieron US$1.900 millones, según Michael Hartnett, estratega jefe de inversión de Bank of America/Merrill Lynch Global Research, completando 10 semanas de flujos positivos de dinero.

“Debido a que la volatilidad ha estado tan calmada, la gente comenzó a sumar riesgo por todos lados”, dice Rebecca Cheong, directora de estrategia de derivados de acciones en América de UBS Group AG. “Ahora todo está en niveles extremos, incluso más altos que” en agosto de 2015, cuando China devaluó su divisa y sacudió a los mercados financieros. En aquel entonces, el VIX saltó 46%.

Los especuladores que apostaron fuertemente a que la tranquilidad continuaría se vieron perjudicados el viernes. En términos netos, los fondos de cobertura y otros grandes especuladores apostaron en contra de los futuros del VIX en cerca de un récord de 134.000 contratos al 6 de septiembre, según datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas, una posición que refleja una expectativa de una continuación de la baja volatilidad.

Los corredores también hicieron grandes apuestas al alza en futuros que siguen al S&P 500, el índice Nasdaq 100 y el índice Russell 2000, las cuales se ubicaban en sus niveles más altos desde 2013 al martes, según los últimos datos disponibles.

Aunque el viernes fue sólo una sesión de corretaje, la turbulencia ha reavivado los temores de que la Reserva Federal se está moviendo hacia una fase de aumento de tasas que podría hacer que las acciones, los mercados emergentes y los commodities sean vulnerables a un mayor retroceso.

El que la caída del viernes sea un obstáculo menor o algo más significativo dependerá de lo que la Fed haga durante las próximas dos semanas.

Los futuros de fondos federales, que son usados por corredores para hacer apuestas sobre la política del banco central, mostraban el viernes una probabilidad de 24% de un aumento de tasas en septiembre, frente a una probabilidad de 18% al jueves, según CME group.


La fe en los bancos centrales comenzó a desvanecerse la semana pasada después de que el Banco Central Europeo se abstuvo de anunciar nuevas medidas y comenzaron a verse señales de que el Banco de Japón podría quedarse sin deuda del gobierno para comprar. Además, en un discurso pronunciado el viernes, el presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, quien ha sido visto desde hace tiempo como uno de los miembros más a favor de políticas expansivas, dijo: “Puede plantearse un argumento razonable para continuar con una normalización gradual de la política monetaria”.

De todos modos, algunos inversionistas aseguran que lo ocurrido el viernes no necesariamente marca un punto de inflexión.

“Ha estado todo muy calmado en los mercados y de repente hay un poco de ruido y la gente tiende a sobrerreaccionar”, dice Brian Jacobsen, estratega jefe de portafolio de Wells Fargo Funds Management. “Algunas veces estos movimientos en los mercados pueden ser desagradables y bruscos, pero cortos”.

Por ejemplo, las acciones se desplomaron después de la votación del Reino Unido para dejar la Unión Europea en junio, pero luego se recuperaron para subir a nuevos récords.

Sin embargo, hay margen para que continúe el alza de la volatilidad, según sugieren los datos. Incluso después del salto del viernes a 17,5, el VIX sigue muy por debajo de su punto más alto del año, el nivel de 28 registrado en febrero. En los mercados de bonos, aunque el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años subió a 1,67% el viernes, aún está por debajo del 2,27% con el que cerraron el año pasado.

“Los mercados habían estado esperando pacientemente una señal más clara de que algo iba a cambiar”, dice Brett Mock, director gerente de la firma de corretaje JonesTrading Institutional Services LLC. “Aún estamos en un mercado impulsado por las políticas y, afortunada o desafortunadamente, lo que diga la Fed es todavía lo que determina el precio de los activos”.

Corrie Driebusch e Ira Iosebashvili contribuyeron a este artículo.






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