martes, 12 de julio de 2016

Dudan de la solvencia del Banco Santander con problemas en España, Reino Desunido, EEUU , Brasil, su situación ya era mala en febrero antes del Brexit de junio (vea el gráfico ) // por JEANNETTE NEUMANN encontrado en el WSJ

Dudan de la solvencia del Banco Santander  con problemas en España, Reino Desunido, EEUU , Brasil,  su situación ya era mala en febrero antes del Brexit de junio (vea el gráfico )



Banco Santander también tropieza con el ‘brexit’      

http://lat.wsj.com/articles/SB10322561304941844226304582183632040712966?tesla=y

 Ana Botín, presidenta de Santander, enfrenta desafíos en varios frentes.

Ana Botín, presidenta de Santander, enfrenta desafíos en varios frentes. PHOTO: ANGEL NAVARRETE/BLOOMBERG NEWS

Por JEANNETTE NEUMANN

lunes, 11 de julio de 2016 19:41 EDT

MADRID— Banco Santander SA, uno de los mayores bancos minoristas del mundo, confió por muchos años en su rentable filial del Reino Unido para compensar las turbulencias en otros frentes.


Ahora, el voto a favor de la salida británica de la Unión Europea ha sumido esa fuente de ingresos en la incertidumbre y ha puesto a la entidad frente a fuertes vientos en contra en la mayoría de sus principales mercados.


Santander, que posee subsidiarias en toda América Latina, está acostumbrado a lidiar con monedas volátiles, perspectivas económicas precarias y cambios políticos repentinos. Ahora, sin embargo, esa agitación está sacudiendo al normalmente estable Reino Unido, que genera alrededor de una cuarta parte de sus ganancias. La libra esterlina ha sido vapuleada y se prevé que la economía se desacelere ahora que el referendo sancionó el alejamiento de la UE.



Los analistas han reducido las expectativas de ganancias futuras de Santander. A diferencia de la banca de inversión, como banco minorista tiene la ventaja de estar menos expuesto a la volatilidad de los ingresos cuando el mercado se hunde. No obstante, el hecho de ser minorista, dicen los analistas, lo expone al riesgo de desaceleración económica asociada al brexit.


“Cuanto peor vayan las cosas en el Reino Unido, peor será para Santander; eso es simplemente inevitable”, advierte Daragh Quinn, analista de Keefe, Bruyette & Woods en Madrid.


Después del brexit, Quinn redujo sus estimaciones de ganancias por acción de Santander (una medida de la rentabilidad) en 12% para los próximos dos años.


Una depreciación sostenida de la libra disminuiría las ganancias de Santander expresadas en euros y la desaceleración económica que muchos prevén en el Reino Unido afectaría los ingresos que el banco genera allí mediante la venta de hipotecas y otros productos.



A los analistas también les preocupa que la incertidumbre post-brexit pueda obligar a los bancos centrales del Reino Unido y la zona euro a mantener bajas las tasas de interés por mucho más tiempo, lo que reduce las ganancias que los bancos obtienen al prestar dinero.


El problema no se limita al brexit. Algunos inversionistas dudan también que Ana Botín, la presidenta de Santander, pueda aumentar la rentabilidad y el precio de las acciones del banco.


Botín está tratando de apagar incendios en varios de los mercados más importantes de la entidad, un ejemplo de los desafíos que tienen los bancos en todo el mundo. Santander enfrenta una prolongada recesión económica en Brasil,
continuas deficiencias regulatorias en Estados Unidos y
 un crecimiento obstinadamente lento del crédito,
además de tasas de interés negativas, en su mercado de origen, España, donde las repercusiones del brexit podrían socavar aún más el incremento de los ingresos.


Desde el viernes 24 de junio, cuando se conoció el resultado del referendo británico, la acción de Santander ha caído alrededor de 16%, frustrando el compromiso que Botín asumió hace casi dos años de impulsar su precio.


Hasta que asumió la presidencia de Santander en 2014 tras la muerte de su padre, Emilio Botín, la ejecutiva presidía la filial británica del banco. Desde entonces, el valor de mercado de Santander se ha reducido casi a la mitad, a alrededor de 50.000 millones de euros (US$55.200 millones).

A pesar de los obstáculos que enfrenta para aumentar su rentabilidad, tres días después del brexit Santander seguía manteniendo sus objetivos financieros, asegurando a los inversionistas que en diciembre de 2018, bajo las regulaciones internacionales conocidas como criterios a “plena carga” de Basilea III, sería capaz de reportar un coeficiente de capital de más de 11%. Además, afirmó que este año las ganancias por acción quedarán por encima de las del año pasado.

“Todas las metas comerciales y financieras para este año se reiteran”, dijo Santander en una presentación ante los reguladores.


En Madrid, varios banqueros y analistas manifestaron su sorpresa por la especificidad del anuncio, dada la incertidumbre respecto de las consecuencias del brexit sobre la moneda y la economía del Reino Unido y otros países del bloque.

El director financiero de Santander, José García Cantera, dice que la presencia del banco en 10 grandes mercados ayuda a estabilizar sus ganancias. “Las condiciones de competencia en los países desarrollados son muy difíciles”, dijo el viernes en una entrevista.
“Pero estamos compensando eso gracias a un desempeño bueno, o incluso mejor de lo esperado, en los mercados emergentes”, agregó, mencionando a Brasil y México.


Algunos analistas han señalado que la contracción de la economía de Brasil en el primer trimestre fue menos grave de lo previsto y que la agitación política en ese país se ha calmado un poco.
Aun así, la economía brasileña se encuentra en su quinto trimestre consecutivo de caída, la peor recesión en la historia reciente del país.


Sofie Peterzens, analista de J.P. Morgan Chase & Co., señala que el enfoque de Santander en la reducción de costos, sobre todo en España, donde está cerrando sucursales y despidiendo personal, ayudará “a impulsar la rentabilidad”.


El banco también enfrenta obstáculos regulatorios en EE.UU. El mes pasado, Santander falló, por tercera vez consecutiva, la prueba anual de resistencia que la Reserva Federal impone a los bancos para evaluar su capacidad de superar una crisis. Ningún otro banco ha reprobado tres veces seguidas. El dictamen del banco central estadounidense mencionó debilidades en los “controles internos, la gobernanza y las funciones de supervisión” de Santander, así como problemas de medición y monitoreo del riesgo.

Un informe anual publicado por la unidad de créditos de consumo de Santander en EE.UU. a finales de marzo, antes del anuncio de los resultados de las pruebas de resistencia, muestra el banco tiene mucho trabajo por hacer para asegurarse de no volver a fracasar en la prueba del año que viene.



La compañía dijo en la presentación que su “presidente ejecutivo y el director financiero han llegado a la conclusión de que al 31 de diciembre de 2015 no teníamos procedimientos y controles de divulgación eficaces”, citando problemas en la forma en que se calculan las provisiones para pérdidas sobre préstamos, una supervisión ineficaz de los datos y supuestos utilizados en sus modelos, y un proceso de contratación mal gestionada que dejó al banco con un personal financiero mal capacitado y poco experimentado. “Actualmente estamos trabajando en el desarrollo de planes para remediar las debilidades materiales”, agregó la compañía en la presentación del 31 de marzo.

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