El
plan B del Estado Islámico : retornar de nuevo
de la guerra de posiciones, a la guerra de guerrillas (esta en el manual de Mao)
si les parece extranjerizante Mao; también
lo hacia el mariscal de Mahona “ Jalid
ibn al-Walid” (El objetivo de Jalid no era
la ocupación del territorio ni las maniobras dilatorias sino que su único
objetivo era la destrucción del enemigo.)
El
plan B del Estado Islámico
http://www.infobae.com/2016/05/28/1814511-el-plan-b-del-estado-islamico
Laureano
Pérez Izquierdo
Por:
Laureano Pérez Izquierdo
El experto en contraterrorismo Brian Michael Jenkins
expuso las alternativas que tiene el grupo terrorista ante la pérdida de poder.
Infobae dialogó con él para conocer detalles del futuro de los yihadistas
Abu
Bakr Al-Baghdadi intenta que el Estado Islámico no termine siendo como
Al-Qaeda.
Abu Bakr
Al-Baghdadi intenta que el Estado Islámico no termine siendo como Al-Qaeda.
Cuando en junio de 2014 Abu Bakr Al-Baghdadi proclamó la existencia del
Califato creyó que sus dominios se extenderían sin detenerse en fronteras hasta
convertirse en un verdadero imperio. Incluso, lo soñó superior al otomano, que
sometió durante siglos Medio Oriente, el Norte de África y gran parte de
Europa.
Y aunque el
Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) todavía controla ciudades
clave en Siria e Irak, su poder territorial y fáctico se redujo
considerablemente desde los ataques terroristas del 13 de noviembre de 2015,
aquellos que provocaron la noche más
oscura de París desde la Segunda Guerra Mundial.
La coalición internacional frenó la expansión
del grupo terrorista que fue expulsado de lugares estratégicos para la milicia
fundamentalista. Acorralado, Al-Baghdadi
se encuentra con una reducida capacidad de maniobra y con pocas opciones para
la supervivencia.
Según
enumeró Brian Michael Jenkins -miembro consejero de la
Rand Corporation y experto en contraterrorismo- en un reciente artículo
publicado en la revista
Foreign Policy, ISIS deberá evaluar caminos diversos para "evitar
el destino de Al-Qaeda": moverse en las sombras, clandestinamente;
relocalizar sus actividades; o realizar un ataque desesperado que lleve a un
escalamiento de la violencia.
Brian
Michael Jenkins, experto en contraterrorismo y asesor de Rand Corporation.
La primera
de las opciones, indica Jenkins, podría resultarle efectiva al grupo terrorista
y recuerda la "gobernancia" alternativa que los talibanes ejercen en Afganistán.
Consultado por Infobae, el especialista respondió que efectivamente en la
actualidad ISIS ejerce esa función. "Aunque el Estado Islámico no es el
gobierno oficial en las zonas dominadas, sigue siendo el gobernante de facto ya
que no hay otra presencia de gobierno nacional en estas áreas que se le
opongan", explicó.
Para
Jenkins, si Bagdad y Damasco recuperaran sus
ciudades -escenario más probable en el primero de los casos- "el Estado Islámico se desplazará clandestinamente, como lo
hizo durante su ofensiva desde 2009 hasta 2014". Ante ese
escenario, el autor del libro ¿El terrorismo se volverá nuclear?, cree que si
Irak no puede retomar el control de esos territorios una "ocupación extranjera o una
fuerza internacional bajo mandato de las Naciones Unidas serán
necesarias".
- ¿Por qué cree que en el futuro el
Estado Islámico no recapturará las ciudades que pierde, si ya lo ha hecho?
- ISIS no
tomó la mayoría de las ciudades por las armas. En Siria, el Ejército se retiró
de las más grandes plazas del país debido a las crecientes deserciones y la
falta de fiabilidad de sus reclutas sunitas.
En Irak, el
Estado Islámico fue capaz de capturar Mosul y
otros lugares porque el ejército iraquí colapsó.
Eso no significa que no luchen duro o que retomar esos enclaves sea fácil. La
contraofensiva iraquí se mueve lentamente. Necesita ganar aliados sunitas, pero
Irak todavía está corroído por el sectarismo.
"Evitar el destino de
Al-Qaeda"
parece difícil a medida que se conocen más derrotas del grupo yihadista. Y es
quizás ese hecho el que coloque a Al-Baghdadi contra la pared ante sus
subordinados y reclutas internacionales. El grupo liderado durante más de una
década por Osama Bin Laden supuso una red internacional extremista sin
territorios bajo su mando. Ese punto distintivo es el que atrajo a combatientes
de todo el mundo a Siria e Irak. La opción de
expandirse en Libia se vuelve cada vez más atractiva para los popes
islamistas.
La sala de
conciertos Le Bataclan atacada por terroristas del Estado Islámico el 13 de
noviembre de 2015.
AFP
"No
quiere convertirse en otro Al-Qaeda, que es visto como
un comando oculto que exhorta a los demás a pelear. La pérdida de sus
participaciones en Siria e Irak son un duro golpe a su posición", aclara
Jenkins y añade: "Pero si no fueran capaces de mantener un territorio en cualquier
lugar, entonces se convertirían nada menos que en otro Al-Qaeda".
Una
escalamiento de la violencia es también una de las alternativas para la
conducción yihadista. En tal sentido, Jenkins indica que ISIS no necesita -por
el momento- de un atentado nuclar para mantener su vigencia. "Uno
de la escala de Londres en 2005 o Madrid en 2004 podrían empujar a los Estados
Unidos a tener que enviar tropas de combate a Siria e Irak, cambiando la
dinámica del conflicto". "Los esfuerzos de inteligencia de
Estados Unidos en el extranjero y en el país han tenido un éxito notable para
descubrir y frustrar casi el 90 por ciento de los crecientes complots
yihadistas", agrega.
El
dilema "romano"
Para
Jenkins, por estos tiempos, Estados Unidos se enfrenta a lo que él denomina
"el dilema del Imperio Romano: las luchas constantes en sus fronteras eran
consideradas esenciales para la protección de Roma en sí. Eso podría darle a
Estados Unidos una escalada de conflictos sin fin en Medio Oriente", si
decidiera su intervención. Según el autor norteamericano, la labor de las
autoridades es proteger la nación "económicamente". "Enviar 10 mil ó 20 mil hombres podría noquear a ISIS, pero
dejaría a Estados Unidos enfrentando la perspectiva de una ocupación
interminable: una misión imperial".
"Europa enfrenta un
problema mayor",
analiza Jenkins,
"el
número de europeos que fue a luchar a las filiales de Al-Qaeda o del Estado
Islámico es más de 20 veces mayor que aquellos
que fueron desde Estados Unidos. Cientos han retornado y lo harán muchos más.
El volumen es abrumador para la capacidad de los servicios de inteligencia
locales y la policía, que son el último bastión de soberanía respecto a las
instituciones europeas".
El mapa
muestra la extensión máxima que logró el Estado Islámico en mayo de 2015.
Por último,
el columnista de
Foreing Policy se refirió al drama de los refugiados y el desafío
que significa para las autoridades continentales. "Europa enfrenta una
avalancha de refugiados. Sólo la mitad de aquellos que ingresan como sirios,
son sirios. El resto son inmigrantes económicos que son contrabandeados como
refugiados. Una gran proporción de ellos son solteros
con escasa o sin educación. Serán difíciles de educar, emplear y
asimilar".
"Europa
ya enfrenta problemas de asimilación, con una alienación completa. Podremos ver
una creciente radicalización de ambos lados, que es un fenómeno separado de la
amenaza terrorista que traen los combatientes extranjeros que retornan, aunque
los dos problemas se superponen y exacerban entre sí", concluyó.
Abu
Bakr Al-Baghdadi, jefe
del grupo terrorista Estado Islámico.
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