El
legado de su padre es la mayor fortaleza y la principal debilidad de Keiko
Fujimori
http://lat.wsj.com/articles/SB11621860568791853504304581645770090130738?tesla=y
Keiko
Fujimori, durante una manifestación política. PHOTO: JANINE COSTA/REUTERS
Por RYAN DUBE
viernes,
8 de abril de 2016 22:44
EDT
LIMA—Para ganar las elecciones
presidenciales en Perú, la favorita Keiko Fujimori está tratando de crear una
imagen de guardián del legado de su padre mientras trata al mismo tiempo de
distanciarse del lado oscuro del régimen autoritario que éste lideró durante
los años 90.
A medida que
los peruanos se preparan para la primera vuelta electoral este domingo, su
candidatura sigue estrechamente ligada a Alberto
Fujimori, el frágil ex presidente de 77 años quien desde la cárcel sigue
proyectando una larga sombra sobre este país de 30 millones habitantes.
El ex mandatario está en prisión desde 2009 cumpliendo
una condena por corrupción y por haber creado un escuadrón de la muerte durante
sus 10 años en el poder entre 1990 y 2000.
Fujimori,
una ex congresista con una maestría en administración
de empresas de la Universidad de Columbia, tiene una amplia ventaja
frente a sus rivales gracias al apoyo de aquellos que atribuyen a su padre
haber establecido los fundamentos del crecimiento económico sólido de Perú al
haber aplastado a los grupos guerrilleros de izquierda y derrotado la
hiperinflación en los años 90.
Sin embargo,
aunque se espera que obtenga la mayoría de votos entre los diez candidatos
presidenciales, esta madre de 40 años no conseguirá los suficientes para evitar
una segunda vuelta en junio, sugieren las encuestas. Ganar
una segunda ronda electoral podría ser mucho más difícil, proyectan analistas
políticos y firmas encuestadoras, a menos de que logre convencer a
suficientes peruanos de que una presidencia suya no será un regreso a la
corrupción generalizada y las violaciones de derechos humanos que marcaron el
gobierno de su padre.
Algunos
sondeos sugieren que el ex ministro de Economía y
Finanzas Pedro Pablo Kuczynski, y quien aparece segundo en la mayoría de
las encuestas, se impondría en una segunda vuelta si se enfrenta con Fujimori.
El candidato del partido Peruanos por el Kambio es
favorecido por los ejecutivos de empresas mineras que impulsan la economía y
quienes ven a Fujimori a la luz de la división y corrupción que marcó el
mandato de su padre.
Simpatizantes
de Keiko Fujimori. PHOTO: RYAN DUBE/THE WALL STREET JOURNAL
Fujimori es más fuerte entre los
votantes más pobres de Perú, que recuerdan los programas sociales y la derrota del terrorismo
durante el gobierno de su padre. Julio Carrión, politólogo de la Universidad de
Delaware, dice que la candidata necesita atraer a quienes cuestionan el régimen
de Alberto Fujimori. “Pero no es mucho lo que puede hacer”,
señaló. “Su apoyo viene principalmente de aquellos que piensan que su padre fue
muy exitoso”.
Keiko
Fujimori, quien según economistas mantendría las políticas favorables para el
sector empresarial de Perú, declinó varias solicitudes de entrevistas.
Públicamente,
se presenta como una versión más moderada y receptiva a las preocupaciones
sobre los derechos humanos que la imagen que proyectó cuando se postuló sin
éxito a la presidencia en 2011.
Fujimori
reconoce un reporte mordaz sobre el conflicto interno del país realizado por la
Comisión de la Verdad y Reconciliación, que desde hace tiempo ha sido criticado
como parcial por los seguidores de su padre por documentar los abusos de los
militares cometidos durante la exitosa lucha de Fujimori contra el grupo
guerrillero Sendero Luminoso. La candidata sacó también a tres seguidores de
línea dura de su padre de su lista de aspirantes al Congreso, a pesar de una
carta pública del propio Alberto Fujimori en la que defendía sus carreras como
impecables.
Durante un
debate presidencial el domingo, Fujimori firmó una promesa de respetar la
democracia, los derechos humanos y la libertad de prensa en Perú mientras lucha
contra la corrupción. También ha señalado que compensará a las mujeres pobres
de los Andes que fueron esterilizadas a la fuerza por el gobierno de su padre.
El
expresidente Alberto Fujimori. PHOTO: ENRIQUE CASTRO-MENDIVIL/REUTERS
“Tendrá que
ser reparada por el Estado”, dijo en un discurso reciente.
Muchos aún
recuerdan afectuosamente a Fujimori padre por haber mejorado la seguridad,
construido carreteras y expandido los programas de asistencia a los pobres.
Durante un reciente mitin político en las afueras de Lima, Keiko prometió suministrar agua potable, mejorar la educación y
construir cárceles en las alturas de los Andes para los peores delincuentes.
“Necesitamos un
gobierno de mano dura porque hay mucha delincuencia”, dijo Antonio Apcho, de 50 años y
dueño de un pequeño negocio, quien está preocupado por la falta de seguridad.
Pero
muchos no están convencidos. Miles salieron a las calles de Lima y otras ciudades el martes para
protestar por su candidatura en el aniversario del cierre del Congreso ordenado
por su padre en 1992.
“Se presenta como una
propuesta renovada, aparentemente distinta a la de los 90, pero nada es
diferente”, dijo
Abraham Calderón, un sociólogo de 28 años que ha protestado contra Fujimori.
“Representa un estilo de hacer política autoritario, vinculado a la corrupción
y una época donde se han violado los derechos humanos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario