Arabia Saudita gastara el 2016 un presupuesto militar de US$100,000, 000,000 mayor que
el presupuesto de militar de la federación
rusa que es de US$ 67,000,000,000 , a este paso gastará todas sus divisas en 5
años y tendrá que hacer maletas y emigrar,por eso Moody´s le bajo la nota.
Arabia
Saudí ¿A qué le teme la Casa Al Saud?
http://www.hispantv.com/newsdetail/opinion/242287/arabia-saudita-compra-armas-wahabismo-violencia-sipri
19
de abril del 2016
Un estudio
del Instituto de Investigación Para la Paz
Internacional de Estocolmo (SIPRI), reveló que el volumen de
transferencia de armamento experimentó un aumento del 15% en el último
quinquenio con relación al lustro anterior.
Aumento que
en el periodo estudiado coincide plenamente con la intensificación de campañas
militares encaminadas a tensionar, intervenir, invadir o impulsar las
agresiones contra países, especialmente en Asia, Norte de África en sus
regiones del Magreb, Sahel y el Mashrek, además de
Oriente Medio, que son las zonas del mundo donde
se encuentran los países que lideran la importación de armas.
Para Aude Fleurant,
Directora del Programa de Armas y Gasto Militar del SIPRI “en la medida
en que los conflictos y las tensiones regionales siguen aumentando, Estados
Unidos sigue siendo el principal exportador y proveedor de armas del mundo”.
Washington es responsable de la venta del 45% del total mundial y ha vendido o
donado armas a 96 países del mundo, creando con ello una dependencia tecnológica
y política.
Señala el
SIPRIS que 6 de los principales importadores de armas, entre los años 2011-2015 son de Asía y Oceanía – Lugares donde se
expresan tensiones entre China y la alianza conformada por Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Australia. Unido a la crónica
inestabilidad entre Washington y sus aliados con Corea del Norte por su
programa nuclear y las tensiones por más de medio siglo entre la India y
Paquistán. Esos contenciosos se han señalado como las razones más
significativas para explicar la carrera armamentista. Esas 6 naciones son por
orden de compras:
India
con el 14% de las importaciones globales de armas,
China con un
4,7%,
Australia con un 3,6%,
Paquistán con un 3,3%,
Vietnam con
un 2,9% y
Corea del Sur con un 2,6%.
El caso de
la India y su significativa cifra de un
14% de todas las compras que se hacen a nivel mundial expresa el fracaso
en la producción propia. En el caso de China se genera un mix entre las
capacidades militares con armas importadas y aquellas de fabricación nacional.
Junto al
continente asiático y los países mencionados, el SIPRIS ha señalado como la
región con mayores compras de armas a la región de Oriente
Medio, que tuvo un crecimiento de un 60% en la importación
de artefactos bélicos, sean estos blindados, armas ligeras, misiles, aviones,
barcos de guerra y una multiplicidad de elementos destinado a mantener
en actividad la maquinaria de guerra de países como Arabia
Saudita – segundo mayor importador del mundo detrás de India y que en el
quinquenio 2011 incremento sus compras en un 275%
comparado con la etapa 2006-2010. Las Monarquías de los Emiratos Árabes Unidos
y Catar crecieron un 35% y un 279%
respectivamente.
Para Pieter Wezeman, Investigador del Programa de Armas y
gastos Militares del SIPRI “este aumento se explica por la conformación de una
Coalición de Estados que están usando armas avanzadas, principalmente
provenientes de Estados Unidos y Europa en Yemen”
Esto, a pesar de los bajos precios del petróleo pero que no ha sido
impedimento, para que la Monarquía saudí
sea el cliente principal de los grandes consorcios de armas, tanto del complejo
militar-industrial de Estados Unidos como de Francia,
Gran Bretaña y Alemania en forma destacada y que significaron el año
2015 un gasto de 87.186 millones de dólares – el 13,7% de su PIB - y que se proyecta para este año 2016 una cifra de 1o0 mil millones de dólares euros.
Esta multimillonaria cifra es superior incluso
al presupuesto de la federación Rusa, que el año 2016 destinó 67 mil millones
de dólares o Francia y Reino Unido, cada una de los cuales consigna
cifras de 55 mil millones de dólares en gastos
de defensa.
La
descomunal cantidad de dinero que la Monarquía saudí
destina a gasto militar permite mantener en activo a un Ejército conformado por
227 mil hombres, de los cuales 100 mil son parte de la Guardia Nacional. Una Monarquía que además de
contener en su seno dos de los lugares sagrados del mundo musulmán, tiene en su
territorio bases militares y aéreas que la convierten en un portaviones terrestre
de las potencias occidentales y con ello la clara provocación a un mundo que
sospecha del papel de custodio de estos lugares sagrados.
La
Casa al Saud se ha
dotado de una maquinaria bélica sin parangón en Oriente Medio con 700 tanques pesados – MI Abrams, 800
vehículos blindados ligeros y 1.500 vehículos de transporte blindado, así como
helicópteros Apache, Súper Puma,
Dauphin, Black Hawks. 350 aviones de combate, donde se incluyen los Northrop F
5, F 15, F 15 E y F15 SE estadounidenses. Los Eurofighter, Tornado y
Typhoon de Gran Bretaña. Baterías de misiles antiaéreos Patriot y Hawk de
origen estadounidense y las baterías paquistaníes Shahin y Crotale / Shahine.
Todo este
gasto, enorme, descomunal e irracional está destinado a tratar de mantener una
hegemonía regional que se hunde con la
misma rapidez que sus ingresos por la venta del petróleo. Su política
regional, destinada a contender contra la República islámica de Irán y su
creciente influencia en países como Siria e
Irak – donde ha apoyado positivamente a los gobiernos de ambos países a
enfrentar la amenaza del terrorismo salafista que es avalado por la Casa Al
Saud – Igualmente con El Líbano y Palestina, que a diferencia de la conducta de
Arabia saudita que abandonó al pueblo palestino, Teherán ha dado muestras de un
apoyo sostenido en el ámbito político y diplomático fundamentalmente pero, con
disposición a incrementar ese apoyo en otras áreas, si la necesidad así lo amerita.
Unamos a
ello el apoyo a las poblaciones y movimientos chiitas mayoritarios en Yemen y Bahréin, que sufren la represión y agresión de
Arabia saudita, empeñada en mantener en el poder a gobiernos corruptos y
represores de su población. Parte importante de la compra de armas va
encaminada también a sostener a los grupos takfirí como
Al Qaeda, Daesh y el Frente al Nusra que
ejercen sus acciones de terror tanto en Siria como en Irak pero que también han
trasladado sus operaciones a otras latitudes, como es el caso del Magreb y el
Sahel africano.
El Despertar
islámico asusta a Riad, y el temor suele ser mal consejero. La Casa al Saud
teme que las poblaciones de aquellos países como Yemen
y Bahréin, no sólo se alcen contra esos gobiernos corruptos, sino que
ese alzamiento se extienda más allá de las alambradas, vallas y muros que
Arabia Saudita ha construido estérilmente para evitar el influjo del despertar
islámico, que seguramente barrerá con una Monarquía absolutista y agresora.
Arabia saudita teme al aislamiento, sobre todo en esta época donde su principal
riqueza tiende a la baja. La Casa Al Saud teme que se cumplan sus peores
pesadillas: que los gobiernos europeos hagan caso a sus sociedades y comience a
ejercer presiones para que cesen los crímenes contra la población de Yemen y de
Bahréin.
Tal
como lo ha exigido el parlamento Europeo
que h solicitado un embargo de armas
contra Arabia Saudí. Un parlamento que ha solicitado a los gobiernos de Gran Bretaña, Francia y Alemania que cese el
suministro de material bélico, que es
usado para asesinar a la población civil. La Eurocámara
aprobó con 449 votos a favor, 36 en contra y 76 abstenciones el condenar a Riad
pues “la intervención liderada por Arabia saudita en Yemen, respaldada por
Estados unidos ha conllevado la muerte de un alto número de civiles” y al mismo
tiempo condenó el bloqueo naval ejercido contra el país vecino.
La agresión
saudí iniciada en marzo del año 2015 ha
ocasionado la muerte de 8 mil personas y 27 mil heridos, además de la
destrucción de la infraestructura básica yemení, signando el hecho - según
datos de la ONU - que el 80% de los 25 millones de yemeníes necesitan ayuda
humanitaria.
Los
europarlamentarios instaron al presidente del Parlamento, Martin Schulz,
a transmitir esta resolución al
Consejo de la UE,
a la Comisión Europea,
al Servicio Europeo de Acción Exterior,
a los Estados comunitarios,
al Gobierno del Yemen y
a los miembros del Consejo de Cooperación del
Golfo y
de la Asamblea General de la ONU.
Arabia
Saudita no sólo teme que el Despertar Islámico arrase con una familia
conformada por 3 mil miembros que ejerce una monarquía
absoluta, que aplaste a Príncipes, jeques y un
Clan Sudairi que desprecia no
sólo a sus vecinos, sino que también a su propia población. Una Monarquía que
además de petróleo se ha dedicado a exportar su malsana doctrina wahabita y una
ideología de terror y destrucción a través del financiamiento y apoyo de grupos
takfirí. Arabia saudita teme que la sociedad del islam se decida a exigir que
la custodia de sus lugares sagrados sea ejercida por un país digno. Riad teme
que sus aliados no puedan seguir protegiéndole y tenga que asumir una soledad
política que termine en un gran Big Crunch.
Arabia
Saudita teme que sus ingentes gastos militares termine fagocitando su alicaída
economía y por ello se ha enfrascado en una profunda reforma fiscal que le traerá enromes tensiones internas.
Las
opiniones y conclusiones expresadas en este artículo son de exclusiva
responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de HispanTV.
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