Aprenda
a destilar petróleo como hace el Estado Islámico para cuando caiga a US$ 15 el barril y llene o construya piscinas para
almacenarlo (para 2016 pronostican un precio de US$ 20 pero puede caer mas) ya
no hay sitio donde guardarlo.
Idea de negocio cuando el barril de petróleo
caiga a US$ 15 llene sus piscinas con petróleo
o construya depósitos de petróleo y luego construya una destiladora casera como las del Estado islámico
para ganarse un dinerito, (Nota del autor del blog: una piscina de 10 metros x
5 metros x 2 metros de altura da 100 metros cúbicos; si lo divido entre =0,159
litros el barril daría 100/0,159 = 628 barriles de petróleo
El
barril de crudo a US$20, a la vista
http://lat.wsj.com/articles/SB10879512978000864905404581533350577264290?tesla=y
Por GENE EPSTEIN, de Barron’s
Actualizado
jueves, 11 de febrero de 2016 15:55 EDT
Entusiastas
del petróleo, no se desanimen. El último tramo del mercado bajista que se inició
a mediados de 2014 está probablemente a la vista, a medida que los productores
marginales quedan en el camino. Los recortes de producción deberían provocar un
repunte del precio del crudo en el segundo semestre de 2016.
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El crudo
estadounidense cae a mínimos de 13 años
Sin embargo,
antes de que ocurra eso, el West Texas Intermediate,
la cotización de referencia en Estados Unidos, probablemente seguirá cayendo, tal vez hasta US$20 por barril, para
dispararse por encima de US$50 el barril hacia finales de año.
Los
inversionistas en acciones también pueden recuperar su aliento. En los últimos
tiempos, los índices de acciones han estado estrechamente correlacionados con
el precio del crudo, moviéndose al compás hacia arriba o (mayormente) hacia abajo.
Este patrón
perverso ha persistido a pesar de que la inmensa mayoría de las compañías
globales se benefician de un crudo más barato, ya que para ejecutar sus
operaciones deben comprar productos refinados.
Es cierto
que muchos países exportadores de petróleo son mercados emergentes y que la
caída de los precios ha desacelerado su crecimiento económico y mellado sus
fondos soberanos. No obstante, muchos corredores suscriben a la errónea
creencia de que los bajos precios del petróleo indican una inminente recesión
global.
Nota del autor del blog: es cierto es un error; la recesión mundial es la causa por la cual el
petróleo está cayendo
En
consecuencia, la esperada recuperación del crudo en el segundo semestre
probablemente traiga una recuperación de las bolsas. Tal vez incluso antes de
esa fecha los operadores se den cuenta de que el mercado bajista del crudo ha
sido principalmente el reflejo de un
mundo inundado de oro negro.
ENLARGE
Es cierto
que la debilidad de la demanda global ha jugado un papel importante en la
acumulación de suministro, pero ha sido una debilidad en la tasa de
crecimiento, no una contracción económica. Una mayor desaceleración de la
expansión mundial, especialmente en China, también influirá, pero de todas
formas la oferta dominará la escena a medida que los recortes en la producción
generen un repunte de los precios.
El consumo
mundial de petróleo se ha sostenido relativamente bien. Se elevó de 91,9
millones de barriles al día en 2013 a 92,8 millones en 2014, un incremento de
sólo 0,9 millones. En 2015, el consumo creció a 94,5 millones de barriles
diarios, un aumento relativamente importante respecto de 2014, pero eso se
debió principalmente al gran abaratamiento del petróleo.
Eric
Lee, analista sénior de energía de Citigroup, pronostica para 2016 un
crecimiento mediocre de la demanda de petróleo —en gran parte debido a la desaceleración económica
prevista en China— de un millón de barriles diarios, a 95,5 millones.
El
lado de la oferta ha
sido, por lo tanto, el principal motor del exceso de suministro que ha dado
lugar al mercado bajista. Y en ninguna parte ha sido la
revolución de la oferta más dramática que en EE.UU. En 2010, por
ejemplo, el país bombeó 5,5 millones de barriles diarios, pero gracias a la
fracturación hidráulica o fracking —la extracción de petróleo de formaciones de
esquisto— la producción aumentó a 8,7 millones en 2014
y a 9,7 millones en 2015.
Mientras
tanto, Arabia Saudita, durante mucho tiempo el
integrante de la Organización de Países Exportadores de Petróleo que subía o
bajaba la producción para equilibrar los precios , reconoció que es incapaz de
controlar el mercado y empezó a producir a toda máquina
para ganar lo más posible. Rusia también pudo elevar su producción del
año pasado, en parte debido a que el colapso del rublo frente al dólar
significó más rublos por la venta de crudo, que se negocia en la divisa
estadounidense, a pesar de la caída en el precio del petróleo.
El mercado está tan
inundado de petróleo en la actualidad que el mundo se está quedando sin lugar
para almacenarlo.
PHOTO: REUTERS
El exceso de
oferta mundial de petróleo queda de manifiesto con la acumulación de
inventarios. Fuera de EE.UU., la capacidad de almacenamiento en tanques está
prácticamente agotada. Edward Morse, jefe de
investigación global de materias primas de Citigroup, dice que las altas
temperaturas de diciembre generaron un excedente de combustible para
calefacción en Europa que se almacenó en barcos, ya que no hay otro lugar donde
guardarlo.
EE.UU. es
prácticamente el único país tiene espacio de almacenamiento disponible. Incluso
allí, como informó la semana pasada la Administración de Información de
Energía, “con
502,7 millones de barriles, los inventarios de crudo de EE.UU. permanecen cerca
de niveles no vistos para esta época del año en al menos los últimos 80 años”.
Esta cifra no incluye el crudo de la reserva estratégica del gobierno, unos 700 millones de barriles más.
Este no es
el momento para comenzar a vender esa reserva estratégica, por menos
estratégica que se haya vuelto, pero las restricciones de exportación fueron
levantadas por el Congreso en diciembre. Fue una medida sensata, pero que dará
frutos en el largo plazo. Por el momento, el mercado de crudo en otros países
parece estar casi saturado.
La
disminución de los precios, de un promedio de US$37,20 en diciembre a US$31,70
en enero —con un mínimo de US$26,68 el 20 de enero—, se debió a cuatro factores:
señales claras de la desaceleración de la economía china, y por consiguiente
una caída de la demanda en ese país; un invierno benigno en Europa, que causó
una acumulación de enormes existencias de combustible para calefacción que se
tuvieron que almacenar en buques; las apuestas de los inversionistas a un
descenso de los precios debido al levantamiento de sanciones contra las
exportaciones iraníes; y la habitual retracción estacional de las refinerías en
enero y diciembre.
Como señala
Morse, “las únicas entidades en el mundo que realmente consumen crudo son las
refinerías”. Se espera una recuperación de los precios en febrero y
marzo, debido al retorno de la demanda de las refinerías y al típico patrón de
invierno en el hemisferio norte, con aumentos de precios que acompañan las
temperaturas más bajas de febrero y marzo.
Para el
segundo trimestre, Morse anticipa un retorno a la debilidad de los precios
basado en dos factores clave: un período más largo de mantenimiento de las
refinerías en todo el mundo, en particular en EE.UU., especialmente en abril,
lo que provocará un retroceso de la demanda; y la expectativa de que para ese
mes la producción iraní tenga un efecto notable en el suministro.
Según Steve Briese, editor y escritor del Bullish Review of
Commodity Insiders, esto podría sentar las bases para el largamente
anticipado escenario
de US$20 el barril. Al 2 de febrero, los grandes especuladores
tenían posiciones que se beneficiaban única y exclusivamente de un alza de los
precios de 579.266 contratos, casi 36% de todas las posiciones abiertas en
crudo en la Bolsa Mercantil de Nueva York. A medida que los fundamentos
comienzan a afectar el precio, la liquidación forzosa de estas posiciones
alcistas podría deprimir brevemente el precio a niveles
tan bajos como US$20 el barril.
Lee, de Citigroup,
también prevé un escenario provisional de US$20
causado por los fundamentos de oferta y demanda. Si los suministros se acumulan hasta el punto que se agote toda
capacidad de almacenamiento, incluso en EE.UU., cualquier producción tendría que ser vendida inmediatamente,
señala. Tales ventas de emergencia podrían hacer caer brevemente los precios
por debajo de US$20 por barril.
No obstante,
los precios repuntarán en el segundo semestre. “Creemos que el mundo está a
punto de perder mucha producción de petróleo en EE.UU., Colombia, México,
Venezuela, China, y luego posiblemente en Rusia, Brasil y el sector del Mar del
Norte del Reino Unido”, apunta Lee.
Rusia está
en un aprieto, explica. El gobierno tiene una cantidad cada vez menor de
reservas de divisas. A menos que decida gastarse todas sus reservas, tendrá que
aumentar los impuestos, que probablemente afectarán a las compañías de
hidrocarburos. Estas, por ende, se verían obligadas a reducir su producción,
matando parcialmente la gallina de los huevos de oro que ha sido la principal
fuente de divisas de Rusia.
Morse
proyecta un precio promedio de US$50 en el cuarto trimestre, del cual Barron’s
extrapola US$55 para diciembre. Como muestra de lo mucho que ha cambiado el
entorno, tenga en cuenta que cuando en marzo de 2014 predijimos un barril a
US$75, era una proyección exageradamente pesimista. Una previsión de US$55
ahora parece bastante optimista.
En los últimos cinco años, el mundo ha encontrado un billón de
barriles adicionales de petróleo, el equivalente a 30 años de suministro adicional; una tercera parte de ese petróleo proviene del
esquisto, otra tercera parte de aguas profundas, y el resto de arenas
bituminosas. Durante el año pasado, los costos de recuperación de estas
fuentes se redujeron notablemente. Un retorno a los precios del crudo de tres
dígitos es poco probable en el futuro previsible.
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