Rusia
estrecha lazos con Siria para afirmarse como potencia global
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/21/actualidad/1445410791_333483.html
El Asad
viaja por primera vez al extranjero desde que comenzó la guerra en 2011
EE UU y
Rusia firman un acuerdo para evitar incidentes aéreos en Siria
PILAR
BONET
Moscú
22
OCT 2015 - 01:11 CEST
El Asad da
la mano a Putin el martes por la noche en el Kremlin. / FOTO: EFE
Con su
creciente implicación bélica en Siria, Rusia trabaja para recuperar la posición
de potencia global, tanto política como militar, que ocupó la Unión Soviética
durante la Guerra Fría. La visita relámpago y no anunciada del presidente sirio
Bachar el Asad el martes a Moscú, invitado por su colega Vladímir Putin, parece
indicar una intensificación de las relaciones entre el Kremlin y el régimen
sirio, algo que inquieta especialmente a
Turquía. En
la mañana de este miércoles, Putin comentó los resultados de la visita del
dirigente sirio en una conversación telefónica con su colega turco, Recep
Tayyip Erdogan.
“Siria es un país amigo
nuestro. Estamos dispuestos a contribuir con lo que podamos no solo en el curso
de las acciones militares en la lucha contra el terrorismo, sino en el curso
del proceso político. Por supuesto, en estrecho contacto con otras potencias
mundiales y con los países de la región que estén interesados en la resolución
pacífica del conflicto”, dijo Putin a El Asad, según la información oficial difundida
el miércoles por la mañana, cuando el presidente sirio ya estaba de vuelta en
Damasco. La visita fue la primera salida oficial al extranjero del líder sirio
desde que comenzó la guerra en 2011.
GRÁFICO La
expansión del ISIS
Poco se sabe
en Moscú sobre la duración prevista de la operación militar rusa, en la que ha
intervenido tanto la aviación como la flotilla del Caspio (en colaboración con
Irán). Tampoco se sabe cuál es el coste de la empresa, que permite mostrar
armamento y rodar a los militares rusos, ni cómo se reflejará ésta en la
situación económica de Rusia, afectada por el descenso de los precios del
petróleo y las sanciones internacionales. Los costes de
los ataques aéreos rusos en Siria son de cuatro millones de dólares (3,5
millones de euros) por día, según un cálculo realizado por el grupo de
información de defensa y seguridad IHS Jane's,
citado por el diario Moscow Times, editado
en la capital rusa en lengua inglesa.
En el frente
diplomático, Rusia da muestras de gran actividad. Mañana jueves, una delegación
de parlamentarios rusos viaja a Damasco para entrevistarse con el presidente
sirio y el viernes los ministros de exteriores de Rusia y EE UU se dan cita en
Viena en una reunión a la que han sido invitados también los responsables de
Exteriores de Arabia Saudí y Turquía, según informó el Ministerio de
Exteriores, citando una conversación telefónica entre Serguéi
Lavrov y su colega norteamericano, John Kerry.
El ministro ruso desea que el 23 de octubre se reúna además el cuarteto de
interlocutores sobre la regulación de Oriente Próximo (Rusia,
EE UU, UE y ONU).
Hasta el 30
de septiembre, cuando la aviación rusa comenzó sus bombardeos sobre objetivos
del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas inglesas) y otros grupos que Moscú
considera terroristas, el Kremlin había limitado sus intervenciones militares en
el extranjero a países del vecino entorno postsoviético, donde reivindica un
papel de potencia regional con especiales derechos.
Al enviar la
aviación a Siria, Rusia ha vuelto de forma activa y
bélica a espacios abandonados durante años a EE UU y sus aliados. En su
retorno, Rusia actúa vinculada con los países vecinos de la zona, la misma
Siria, Irán e Irak, y al margen de Washington y sus aliados, aunque los
intereses de estas dos constelaciones de jugadores se solapen en parte, en lo
que se refiere a su oposición a los islamistas más radicales.
El memorando
firmado entre las instituciones de Defensa de EE UU y Rusia tiene por objeto
evitar las interferencias más allá de la zona en la que los intereses se
solapan. Los funcionarios rusos tienden a caracterizar la relación actual entre
militares rusos y norteamericanos como un paso hacia una colaboración bilateral
más sofisticada y compleja, pero los portavoces occidentales indican que no
existe la confianza requerida para desarrollar la relación.
En Moscú,
Putin y El Asad se entrevistaron en solitario y también en compañía de los dos
ministros claves de la política internacional de Putin, Lavrov y Serguéi
Shaigú, de Defensa, este último considerado un personaje clave en la operación
militar llevada a cabo en febrero y marzo de 2014 para asegurar la anexión de
Crimea.
En el
fragmento de la conversación con El Asad difundido por el Kremlin, Putin se
refirió varias veces al “terrorismo internacional”, pero en ningún momento mencionó al ISIS como tal ni pronunció
la palabra “islamista”.
Dijo Putin que las actividades del “terrorismo mundial” preocupan a Moscú y
afirmó que “por lo menos 4.000” oriundos de las repúblicas de la ex URSS
combaten contra las tropas gubernamentales en Siria.
Las
estimaciones sobre los combatientes de procedencia postsoviética varían según
los momentos y las fuentes. Recientemente, en una cumbre de los países de la Confederación de Estados Independientes (CEI) en Kazajistán,
Putin estimó que los combatientes oscilaban entre 5.000 y 7.000, y a principios
del verano las cifras que barajaban los servicios de seguridad rusos eran de
2.000 a 2.500. El argumento aducido por Putin para apoyar a Asad en Siria no
varía, a saber, no permitir que estos combatientes entrenados y
convenientemente mentalizados regresen a sus localidades de origen para
atentar.
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