EEUU
bombardea un hospital especializado en
heridas de guerra en Kunduz Afganistán matando
a una docena de médicos en represalia por atender a rebeldes afganos, y se escuda
en un supuesto daño colateral.
Un
bombardeo de EE UU mata a 19 personas en un hospital de Médicos sin Fronteras
afgano
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/03/actualidad/1443851836_383736.html
La ONG
asegura que informó de las coordenadas de la clínica al Ejército
ÁNGELES
ESPINOSA
Dubái
3
OCT 2015 - 23:42 CEST
Un bombardeo
aéreo de EE UU ha matado este sábado a 19 personas en el hospital de Médicos sin Fronteras (MSF) en Kunduz, al norte de
Afganistán, según ha informado esa ONG. 12 de las
víctimas eran empleados de la organización y siete pacientes de la unidad de
cuidados intensivos, entre ellos tres niños. Además hay 37 heridos, 19
de ellos sanitarios. La clínica, la
única que seguía funcionando en la ciudad tras los combates desatados por la
entrada de los talibanes el pasado lunes, ha quedado inutilizable. El
responsable de las fuerzas estadounidenses ha
pedido disculpas al presidente afgano, Ashraf
Ghani.
“El ataque puede haber
causado daño colateral a un centro médico cercano”, ha reconocido por la mañana el
coronel norteamericano Brian Tribus, portavoz de la misión de la OTAN en Kabul.
“Se está investigando el incidente”, añadía.
Más tarde el
jefe de las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán, el general John Campbell, ha transmitido sus condolencias por lo
sucedido al presidente Ghani, según un comunicado difundido por su oficina.
La
aviación de ese país es la única que opera en la zona, ya que los insurgentes no disponen
de medios aéreos y los militares afganos no tienen
capacidad para vuelos nocturnos.
Desde el
pasado lunes, ha efectuado doce ataques en apoyo de las fuerzas afganas que
intentan desalojar a los talibanes de Kunduz, casi todos en las afueras de la
ciudad. El de esta madrugada era el segundo en la zona centro, según Tribus.
El portavoz
del Ministerio del Interior afgano, Seddiq Seddiqi,
por su parte, ha atribuido el desafortunado incidente a que “entre 10 y 15
talibanes” se habían refugiado en el hospital. Un vecino citado por la agencia
Reuters respaldaba esa versión al relatar que, el viernes, los insurgentes se
parapetaron tras los muros de la clínica, desde donde disparaban a las fuerzas
de seguridad. En cualquier caso, los convenios internacionales prohíben atacar
los centros sanitarios.
“El bombardeo ha
continuado durante por lo menos 30 minutos después de que se informara a los
responsables militares estadounidenses y afganos en Kabul y Washington”, ha denunciado MSF en un comunicado. La
organización, que ha pedido una explicación urgente de lo ocurrido, también
asegura que había informado “a todas las partes en el conflicto” de “la localización
exacta (coordenadas GPS)” de sus instalaciones, incluido el
hospital.
El
secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reclamó una “investigación imparcial
y rigurosa” de los hechos. En un comunicado, expresó su “firme condena” del
ataque y recordó que “los hospitales y el personal médico están protegidos
explícitamente por las leyes humanitarias”.
No es la
primera vez que EEUU se encuentra en el punto de mira por causar víctimas
civiles con sus operaciones aéreas. El pasado julio, diez
soldados afganos también resultaron muertos por error cuando aviones
norteamericanos atacaron la presa que vigilaban en la provincia de
Logar, al este del país.
Durante los
14 años que ya dura la guerra de Afganistán han sido numerosos los casos de bombardeos a bodas, reuniones tribales y otros
accidentes que han terminado minando la confianza de los afganos en el país que
les ayudó a librarse del régimen talibán y abierto una brecha para la
propaganda de esos radicales islamistas. De hecho, un portavoz de los
insurgentes se ha apresurado a condenar el ataque al hospital de hoy.
El
representante de MSF en Afganistán, Ghilhem Molinie,
declaró a EL PAÍS el pasado miércoles que habían obtenido garantías de las
“nuevas autoridades”, en referencia a los talibanes, para el hospital y su
personal. El centro de trauma de la organización en
Kunduz, el único de su nivel y especialidad en todo el noreste del país,
ha atendido a 400 pacientes desde el incio de los combates el pasado lunes. En
el momento del bombardeo, se encontraban allí 105
pacientes y 80 de sus 470 trabajadores, diez de
ellos extranjeros. Estos últimos están todos a salvo, según ha indicado
este diario un portavoz de la ONG. Además de los 9 muertos, el ataque ha dejado
37 heridos de gravedad, 19 de ellos personal sanitario. Los más graves han sido
trasladados a un hospital de Puli Khumri, a dos
horas por carretera de Kunduz.
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