Avermectina
:Los nuevos usos del medicamento que acaba de ganar el premio Nobel y que curan
la malaria, la tuberculosis y la ulcera de Buruli
la Ulcera de Buruli de la familia d e las tuberculosis y lepra
https://es.wikipedia.org/wiki/Úlcera_de_Buruli#/media/File:Buruli_ulcer_hand_Peru.png
No es tan rara.
No es tan rara.
África: Benín, Costa de Marfil y Ghana.
Angola, Burkina Faso, Camerún, Congo, República Democrática del Congo, Guinea
Ecuatorial, Gabón, Guinea, Liberia, Nigeria, Sudán, Togo y Uganda
Asia :Papúa Nueva Guinea, China, Indonesia,
Japón y Malasia.
En Australia
América: La Guayana
Francesa Perú, Surinam, México y, , Brasil. Estados unidos y Canadienses
Europa,
Los
nuevos usos del medicamento que acaba de ganar el premio Nobel
http://elpais.com/elpais/2015/10/09/planeta_futuro/1444409075_981919.html
Varios
grupos de investigadores trabajan para aplicar el antiparasitario en
enfermedades que afectan a las poblaciones más vulnerables, como la malaria, la tuberculosis o la úlcera de Buruli
El Nobel de
Medicina premia terapias contra la malaria y otros parásitos
PABLO
LINDE
Madrid
15
OCT 2015 - 11:32 CEST
)
Investigadores
de la tuberculosis en Manhiça (Mozambique). / ALFREDO CÁLIZ
En 1979 se descubrió una nueva medicina contra los
parásitos, la avermectina, que ha servido para
salvar cientos de miles de vidas. En
2015, 36 años después, sus investigadores ha sido reconocido con el premio
Nobel de Medicina. Pero los beneficios de su hallazgo no se han detenido
todavía. Varias pesquisas indagan en la forma en la que esta familia de
fármacos puede ayudar a combatir enfermedades contra las que no estaba
destinada.
Estas
investigaciones se basan lo que en farmacología denominan con el vocablo inglés
repurposing, que aunque no tiene una traducción clara en castellano, identifica
los procesos mediante los cuales se buscan nuevas utilidades a hallazgos
existentes. Esto es especialmente útil en lo referido a enfermedades cuya
investigación tiene poca rentabilidad comercial, como las olvidadas, que
afectan sobre todo a las poblaciones más vulnerables. Es así porque crear un
medicamento de cero es un proceso muy lento y costoso; buscar nuevas utilidades
a los que ya están en el mercado ahorra muchas fases: ya se han demostrado
seguros para el ser humano, se comercializan, se pueden dispensar sin iniciar un
proceso de distribución…
Así se
empezó a estudiar algunos usos de la avermectina contra algunas dolencias.
Aunque se pensaba que solo era eficaz contra parásitos,
se fue comprobando que también podía ser útil contra
bacterias. En 2013 se publicó un estudio que mostraba el potencial de
esta droga contra las variedades más resistentes de la tuberculosis y este
mismo año han visto la luz dos que muestran cómo puede ser efectivo contra la úlcera de Buruli. Eso sí, son estudios que hay que
tomar con mucha precaución, ya que están hechos in vitro y tienen todavía un
largo camino por delante hasta demostrar —si es el caso— que son efectivos en
humanos.
Santiago
Ramón García, doctor en microbiología molecular e investigador asociado de la Universidad de British Columbia (Vancouver, Canadá), donde lidera
varios proyectos de desarrollo de antibióticos, es el autor responsable de dos
de los estudios publicados hasta la fecha en este campo. Explica que ahora se
están desarrollando las primeras pruebas para experimentar en modelos animales
estos compuestos contra la tuberculosis.
“Hacer estos
ensayos in vivo contra la úlcera de Buruli es mucho más complicado, puesto que
es una verdadera enfermedad olvidada para la que cuesta mucho conseguir
financiación.
Además, el
compuesto más eficaz de esta familia de antiparasíticos,
la selamectina, es actualmente de uso exclusivo veterinario.
Esto retrasaría su uso en humanos ya que habría que empezar primero con ensayos
clínicos para descartar toxicidad”, explica.
Lanzar un
fármaco desde cero lleva mucho tiempo y dinero. Los ya existentes pueden ser
clave en la lucha contra algunas dolencias
Aunque es
prometedora, quedarían años hasta que se pudieran aplicar. Lo mismo sucede en
la lucha contra la malaria, que sí es un parásito. El potencial de la
avermectina contra ella lleva tiempo investigándose. En 2010, por ejemplo, un
ensayo demostró que si se aplicaba a voluntarios sanos, resultaba letal para
los mosquitos que les picaban en días posteriores. Esto puede ser crucial en la
lucha contra el paludismo, ya que el vector que lo contagia es precisamente
este insecto. Posteriormente, otros estudios han venido a ratificar este
experimento.
Numerosos
grupos de investigación están estudiando la eficacia de esta familia de fármacos
a la hora de terminar con la malaria.
El doctor Carlos Chaccour, médico investigador de
ISGlobal-Barcelona, que ha participado en varios de ellos, explica que tienen
mucho potencial, pero que hay demasiadas investigaciones en curso que no siguen
una misma línea. “Se genera una evidencia que no es útil para dictar políticas
públicas, no es práctico que un montón de grupos trabajen en cosas dispares.
Estamos colaborando en iniciativas para homogeneizar todo esto”, explica. Lo
ideal, en su opinión, sería seguir una línea “clara” para, en primer lugar,
conseguir los permisos regulatorios para aplicar este fármaco en la lucha
contra la malaria y, en segundo, llegar a generar los conocimientos para que la
Organización Mundial de la Salud haga una recomendación al respecto, algo que
no podría producirse en cualquier caso antes de cuatro o cinco años, en el
mejor de los casos.
Chaccour
aclara que aunque la avermectina puede ser muy útil contra la malaria es solo
una herramienta más. Una de las líneas para luchar contra la enfermedad es
erradicarla por numerosos medios —mosquiteras, insecticidas, medicamentos— en
zonas concretas. Es por ejemplo lo que ISGlobal está liderando en Magude,
una zona rural de Mozambique. En un futuro, la avermectina podría llegar a ser
un aliado ideal de este sistema, ya que, en opinión del investigador, es
inviable aplicarlo sistemáticamente durante un periodo prolongado de tiempo a
grandes poblaciones.
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