Para
las grandes petroleras sería más barato comprar el crudo de otros que perforarlo
http://lat.wsj.com/articles/SB10094777726869184749604580613180119838668?tesla=y
Por DANIEL GILBERT
jueves,
30 de abril de 2015
20:12 EDT
La caída del
precio del petróleo y de los valores de mercado de algunas empresas de energía
cambia los cálculos de rentabilidad de extraer hidrocarburos. Reuters
Los costos
de encontrar petróleo están en aumento, mientras que el valor de algunas
petroleras pequeñas se ha tambaleado. Para los mayores productores de petróleo
del mundo, esto se suma a una pregunta:
¿resulta más barato comprarle
petróleo a otro productor que extraerlo directamente?
Por estos
días, ejecutivos de empresas como Exxon Mobil Corp.
XOM -0.57% y Chevron
Corp. CVX -0.60% probablemente
reciban preguntas sobre su apetito por concretar grandes acuerdos como la
compra que realizó en abril Royal Dutch Shell RDSA.LN
+0.37% PLC de BG
Group BG.LN +1.46% PLC por
US$70.000 millones.
“No hay dudas de que es
mucho, mucho menos costoso comprar una empresa que desarrollar un nuevo
proyecto petrolero para reemplazar reservas”, dice Leonardo Maugeri, un
investigador del Centro Belfer de Harvard y ex
ejecutivo de la petrolera italiana Eni ENI.MI +0.35% SpA. Maugeri
prevé que las candidatas más probables a ser compradas son petroleras con un
valor de mercado de entre US$10.000 millones y
US$40.000 millones, relativamente pequeñas comparadas con la
capitalización de mercado de US$368.000 millones de
Exxon.
Los costos
crecientes de encontrar y producir petróleo estaban socavando las ganancias aún
antes de que los precios globales del crudo comenzaran a caer a mediados del
año pasado, desde más de US$100 por barril a alrededor
de US$66 actualmente. El colapso del precio ha intensificado la
iniciativa de las empresas por reducir costos y deshacerse de operaciones menos
rentables.
BP
BP.LN +0.42% PLC reportó el martes que sus ganancias trimestrales cayeron 40%
frente a un año antes, a pesar de un aumento de la producción del petróleo
y el gas, y un impulso de su negocio de refinería.
Exxon reportó el jueves que su utilidad se derrumbó 46% sobre una base interanual
en el primer trimestre.
Shell, en cambio, reportó el jueves un
aumento de 7% en sus ganancias de los primeros tres meses del año, resultado
que se explica porque sus ganancias habían sido muy bajas un año antes, sumado
a una exención impositiva en el Reino Unido y
sólidos resultados en sus refinerías y estaciones de
servicio minoristas. Excluyendo ítems extraordinarios, las ganancias de
Shell cayeron 56% sobre una base interanual.
Analistas
pronostican que las ganancias de Chevron, que
las dará a conocer el viernes 1 de mayo, sean al menos 60%
más bajas que hace un año.
Desde 2010,
Exxon ha gastado un promedio de US$29.000 millones al año en encontrar y
extraer petróleo y gas, sumando un promedio de 1.500 millones millones de
barriles al año a sus reservas probadas, el inventario de hidrocarburos que
puede explotar de forma rentable. Eso representa alrededor de US$19 por barril.
Pero la
empresa podría obtener casi la misma cantidad de hidrocarburos por menos dinero si compra un rival más
pequeño ahora que los valores de mercado de las empresas de energía han
caído junto al precio del crudo.
Por ejemplo,
Continental Resources Inc., CLR +0.23% una empresa de perforación de petróleo de
esquisto, tiene 1.350 millones de barriles de reservas probadas y un valor de
mercado de menos de US$20.000 millones, o menos de
US$15 por barril de reservas probadas. La empresa, controlada por el
presidente ejecutivo Harold Hamm, ha perdido
alrededor de 22% de su valor de mercado en los últimos 12 meses.
Continental prefirió no hacer comentarios.
Algunos
analistas creen que algunas empresas medianas centradas en Estados Unidos
probablemente se vuelvan más baratas en los próximos meses. Analistas de Barclays BARC.LN -0.64% señalaron el miércoles que las acciones de
algunas empresas de perforación parecían asumir un precio del petróleo de US$95
por barril, muy por encima del precio actual de US$59
para el crudo estadounidense (West Texas Intermediate), y más que los
contratos a futuro por petróleo dentro de un año.
Exxon y
otras petroleras señalan que han encontrado mucho petróleo y gas que aún no han
registrado como reservas probadas, algo para lo que en general esperan hasta
que decidan comprometerse a gastar el dinero para extraerlo.
Exxon, por ejemplo, dice que ha encontrado
el equivalente a 92.000 millones de barriles de
petróleo, de lo cual un poco más de 25%
se cuenta como reservas. La empresa dice que el año pasado gastó sólo US$1,25
por barril para encontrar el petróleo y el gas que aún no se ha comprometido a
bombear.
Debido a que
los pozos de petróleo y gas declinan con el tiempo, las energéticas buscan
reemplazarlos constantemente. El costo de encontrar más hidrocarburos se ha
disparado para las mayores empresas de energía del mundo, conforme exploran
lugares cada vez más inaccesibles.
Exxon
prefirió no hacer comentarios. Pero a una pregunta de analistas en marzo sobre
potenciales compras, Rex Tilerson, presidente ejecutivo
de Exxon, respondió que la caída de los precios del petróleo ofrecía
muchos tipos de oportunidades diferentes, no sólo en términos de acceder a
nuevos recursos a través de varios medios sino de volver a llevar la estructura
de costos a donde Exxon cree es más apropiada.
La
mayor petrolera estadounidense posee un enorme poder para realizar adquisiciones con su capacidad de obtener
financiación barata y una gran cantidad de acciones en sus arcas que podría
usar en una fusión.
Durante
años, Exxon ha ahorrado dinero al reducir su fuerza
laboral global, que descendió casi un tercio desde su fusión en 1999 con
Mobil Corp. En la actualidad, Exxon tiene menos empleados que hace 20 años y bombea 50% más
de petróleo y gas.
Pero crecer
en tamaño hoy podría no crear los ahorros que buscan las firmas de energía,
señalan algunos analistas. “Ahora tienen una escala enorme”, dice Tom Ellacott, analista senior de la consultora Wood
Mackenzie. “Ha resultado bastante difícil crecer con ese tipo de escala. Creo que
otra ola de mega-fusiones es bastante improbable actualmente”.
En cambio,
dice, las empresas harán acuerdos para cubrir brechas en sus activos o para
potenciar fortalezas existentes, como propone hacer Shell
con la compra de BG. Con el acuerdo, Shell consolida su dominio como un
proveedor mundial de gas natural y obtiene depósitos potencialmente enormes cerca de la costa de Brasil.
—Justin Scheck contribuyó a este artículo.