miércoles, 25 de marzo de 2015

Los 30,000 combatientes iraníes e iraquíes y las milicias chiitas de Al Sadr todavía no pueden capturar Tikit a lo que piden ayuda a EEUU a que bombardee al Estado Islámico // por Joan Faus encontrado en el diario español El país.



Los 30,000 combatientes iraníes e  iraquíes y las milicias chiitas de Al Sadr   todavía no pueden capturar Tikit a lo que piden ayuda a EEUU a que bombardee al Estado Islámico

Estados Unidos extiende a Tikrit su campaña de bombardeos en Irak

http://internacional.elpais.com/internacional/2015/03/25/actualidad/1427321343_417359.html


Los ataques suponen el inicio oficial de una cooperación implícita con Irán contra el EI


JOAN FAUS

Washington

26 MAR 2015 - 03:26 CET






Un miembro de una milicia chií en las afueras de Tikrit. / AP


Estados Unidos amplía su ofensiva militar en Irak e inicia oficialmente una cooperación implícita con Irán.

La aviación estadounidense atacó la noche de este miércoles por primera vez la ciudad de Tikrit, en el norte de Irak y bajo control del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Los bombardeos se iniciaron después de que los solicitara el Gobierno de Bagdad, según informó el Pentágono.

Las fuerzas de seguridad iraquíes empezaron hace tres semanas su ofensiva contra Tikrit -la más significativa contra el EI- sin solicitar apoyo aéreo de EE UU, que bombardea desde agosto posiciones de los yihadistas suníes a lo largo de Irak.

La ausencia de protagonismo estadounidense contrastó con la preponderancia en el asalto a Tikrit de milicias respaldadas por Irán y asesores militares iraníes.


Tras un avance inicial, en la última semana la lucha contra el EI en la ciudad se ha estancado, lo que puede explicar que Bagdad haya recurrido ahora a la ayuda aérea estadounidense, a la que se oponían los comandantes de milicias chiíes.

Las fuerzas de seguridad iraquíes empezaron hace tres semanas su ofensiva contra Tikrit junto a milicias respaldadas por Irán y sin solicitar apoyo aéreo de EE UU

EE UU proporciona “apoyo directo” a las fuerzas de seguridad iraquíes en Tikrit por medio de ataques aéreos, datos de inteligencia obtenidos en vuelos de reconocimiento y tareas de asistencia en los centros de comando iraquíes, según detalló un comunicado del Pentágono.

“Estos ataques pretenden destruir con precisión los feudos del EI, salvando así vidas inocentes iraquíes y minimizando daños colaterales a la infraestructura”, señaló el general James Terry, responsable de coordinar la campaña aérea contra el EI en Irak y Siria, en la que también participan países occidentales y árabes.

El Departamento de Defensa estadounidense no hizo ninguna mención al papel desempeñado en la batalla de Tikrit -en el vértice superior del llamado triángulo suní- por las milicias chiíes respaldadas por Teherán y enfatizó que la ofensiva la coordina Bagdad.

En el asalto terrestre a la ciudad, también ha participado en las últimas semanas un contingente de la Fuerza Qods, el brazo para operaciones exteriores de la Guardia Revolucionaria iraní liderado por el general Qasem Soleimani, que impulsó hace unos años una campaña contra las tropas estadounidenses en Irak. Las imágenes recientes de Soleimani en el frente luchando contra un enemigo en común incomodan a Washington y revelan el cruce de intereses en Irak.


Con el inicio de sus bombardeos, EE UU pasa a colaborar implícitamente en Tikrit con Irán.

El Pentágono ha negado en el pasado toda colaboración, aunque ha dicho tener pruebas de bombardeos iraníes contra el EI en Irak y ha calificado de “positivo en términos militares” el apoyo iraní a las fuerzas iraquíes.

La intervención de EE UU en Tikrit consiste en ataques aéreos, datos de inteligencia obtenidos en vuelos de reconocimiento y tareas de asistencia en los centros de comando


Washington no mantiene relaciones diplomáticas con Teherán desde 1980 y afronta esta semana la fase final de sus negociaciones, junto a otras cinco potencias, sobre el programa nuclear iraní. Para algunos analistas, EE UU está tolerando la creciente influencia iraní en Irak como contrapartida a su intento de alcanzar un pacto nuclear con Irán. Un extremo que negó recientemente en el Congreso el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.


Tikrit, ubicada 180 kilómetros al norte de Bagdad y ciudad natal del fallecido dictador iraquí Sadam Husein, es la primera gran prueba para medir la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes de expulsar al EI de sus dominios tras haber fracasado el año pasado en frenar el avance de los yihadistas en el norte del país.


Tikrit se sitúa en plena ruta hacia Mosul, la segunda ciudad más poblada de Irak, el mayor feudo del EI en ese país y punto de enlace de sus dominios en Siria. El Pentágono anunció a finales de febrero que prevé que las fuerzas iraquíes inicien entre abril y mayo el asalto a Mosul.

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