viernes, 10 de octubre de 2014

Los crímenes que acontecen en México son la directa consecuencia de la firma del TLC que sumió en la pobreza a los campesinos ,pequeña burguesía y proletariado y ahora se convirtieron en narcotraficantes y bandidos para subsistir.

Los crímenes que acontecen en México son la directa consecuencia de la firma del TLC que sumió en la pobreza a los campesinos ,pequeña burguesía y proletariado y ahora se convirtieron en narcotraficantes y bandidos para subsistir.




este gráfico de homicidios en México lo encontré en :


note que va desde 2006 y el TLC comenzó en 1994


 la globalización hizo que saliera por corrupción a paraísos fiscales US$ 116,000,000,000 de América latina entre 2002 y 2011 y por cada dolar que entra de ayuda a América salen 10 dolares esta noticia es de hoy día 10 octubre del 2014 por eso viven bien los países desarrollados de lo que se roban de Mexico  y países similares 


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MÉXICO EN LA DEBACLE






Por Francisco Sagal R.

En estos primeros días del año 2013, de fiestas y de celebración del año nuevo, es importante hacer las siguientes consideraciones:

a) En más de una década de ejecutivo federal panista nuestro país solo creció  1.7%.

b) La mancuerna PRI-PAN, en más de 30 años, han entregado la economía del país en charola de plata al imperio norteamericano, también han entregado el petróleo, los minerales estratégicos, los metales preciosos y de alto valor, el territorio nacional ha sido rentado y vendido a consorcios imperialistas, la política militar y policiaca se ha sujetado a los designios de Washington y el Pentágono: la política de instrumentar la guerra contra las drogas ha sido un gran engaño, solo ha beneficiado a los grandes carteles de la narco-política, banqueros, comerciantes  e industriales involucrados.




De acuerdo con el investigador de la UNAM Arturo Ortiz Wadgymar:

la política del libre comercio a partir de la firma de la carta de intención de México con el FMI en 1982 ha sido desventajoso para el país, esa política continuó con el ingreso de México al GATT en 1985 y con la firma del TLC en 1994, así como otros tratados comerciales, en especial de la industria pequeña y mediana, la agricultura, el comercio y el sector bancario, del cual el 80% se encuentra en manos de extranjeros.

 La política de cifrar el país, su desarrollo, con la extracción de capital al extranjero, propició la crisis devaluatoria en 1994, mayor endeudamiento del país y que el capital extranjero se apoderara de nuestras actividades productivas, del sector financiero y bancario y del comercio exterior a través de negocios extra firmas, y que además disfrutan de beneficios  fiscales por estar en regímenes especiales a costa del erario nacional.

La apertura de México al exterior, en un contexto internacionalmente proteccionista, nos ha sometido con una deuda de 80 mil millones de dólares (al 2004) y que a la fecha ha crecido exponencialmente.

El hecho de que han crecido demasiado las exportaciones, no ha significado para México un progreso, sino que estas exportaciones son de empresas trasnacionales, principalmente estadounidenses.

En los diez años de 1994-2004 de libre comercio, México pagó de intereses el doble del capital principal.
Esto deja a México sin posibilidades de un sano crecimiento.

El crecimiento del déficit comercial desfavorable ha creado distorsiones de los sistemas fiscales de excepción, como maquiladoras y otras, además de la agudización del contrabando, el lavado de dinero, la migración, la corrupción generalizada, etcétera.

Hace años se daba el debate de ¿qué hacer? En la nueva época el capital, los monopolios, los consorcios y las trasnacionales, han deformado a los países atrasados a tal grado de que su burguesía nativa, compradora, exportadora y socia del imperialismo, tiene un carácter contrarrevolucionario y retrógrada.

La revolución será socialista o caricatura de revolución.

Los monopolios son los beneficiarios  de los gobiernos del PRI, del PAN y del PRD. Los polos sociales de riqueza y pobreza se han acrecentado monstruosamente: de un lado, la burguesía autóctona, apátrida y socia del imperialismo, compradora y exportadora ha crecido aceptando las migajas que le deja la burguesía internacional.

Esta burguesía tiene un carácter contrarrevolucionario en la realidad, pese a que se declare o proclame, como democrática, justiciera e igualitaria.

La burguesía mexicana se ha dado un estado, un gobierno y un régimen igualmente contrarrevolucionario.

Un estado, un gobierno y un régimen antidemocrático, autoritario, dictatorial y autárquico, que se pasa por el arco del triunfo los principios y valores humanitarios.
Por todo lo anterior, es necesario un nuevo partido clasista de izquierda, de la clase trabajadora, buscando la unidad de acción y el frente único, dotándose de una política antiimperialista, anticapitalista, antiburocrática y anti neoliberal.

Fuentes:


Ortíz Wadgymar, Arturo. 2010. México en ruinas: el impacto del libre comercio. México: UNAM, Instituto de Investigaciones Económicas.
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