martes, 6 de mayo de 2014

Letonia ve con preocupación los avances de Rusia en Ucrania del WSJ

Letonia ve con preocupación los avances de Rusia en Ucrania

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By:
 JOHN D. STOLL,
CHARLES DUXBURY y
 JURIS KA


May 5, 2014 4:47 p.m. ET


Un contingente de 150 soldados estadounidenses durante su arribo a Riga, Letonia. European Pressphoto Agency



ADAZI, Letonia--El embajador estadounidense intentaba insuflar confianza en un país cada vez más nervioso.

En su discurso a las tropas letonas en la gran base militar de Adazi la semana pasada, Mark Pekala dijo que Estados Unidos está "plecu pie pleca" u "hombro con hombro" con su socio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Un esfuerzo valiente. Pero en una entrevista tras el discurso, el nuevo ministro de Defensa de Letonia, Raimonds Vejonis, dio una opinión más sobria de la mentalidad en el país. "La sociedad tiene miedo", dijo Vejonis, que era profesor de biología cuando Letonia pertenecía a la Unión Soviética. "Sabemos lo que significa estar bajo mandato de Rusia".

Unos 23 años después de lograr su independencia de la Unión Soviética, este país de dos millones de habitantes está preocupado por la amplitud de los avances de Rusia hacia sus vecinos.

El temor refleja un miedo más amplio imperante en los países bálticos, que engloban a Lituania y Estonia, aunque Letonia es el más ruso de los tres.

Una cuarta parte de la población es de etnia rusa y casi el 40% de sus ciudadanos tienen el ruso como idioma materno.

 Eso da una resonancia particular en Letonia a la anexión a Rusia de la península ucraniana de Crimea, e insufla nerviosismo por la violencia separatista en otras zonas de Ucrania.

El domingo, en la cosmopolita ciudad portuaria ucraniana de Odessa, en la costa del Mar Negro, la aparición de un grupo de resistencia civil proucraniano apuntó a un agravamiento del conflicto civil con los activistas prorrusos.

Una de las principales preocupaciones del Gobierno letón --que afrontará elecciones parlamentarias en octubre-- es el avance de lo que algunos funcionarios llaman "provocadores", que son personas residentes en el país que se cree que están extendiendo el sentimiento antigubernamental en beneficio del Kremlin.
Por ahora, los líderes gubernamentales señalan que el país está "estable" y los últimos sondeos indican que el partido gobernante, Unidad, cuenta con un importante apoyo de los votantes, muchos de los cuales aseguran que no desean comprometer su estatus en la Unión Europea.

Hasta la fecha, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha señalado que no planea usar la fuerza contra los países bálticos.

Pero una invasión no es, ni mucho menos, el único temor de un país como Letonia. Dado que el país, muy dependiente de las exportaciones, tiene lazos comerciales muy importantes con su vecino más grande, las actuales sanciones económicas impuestas por los países occidentales a Rusia por sus actos en Ucrania podrían lastrar mucho a la economía de Letonia, que se está recuperando desde la crisis financiera mundial.

El país, cuyo Producto Interno Bruto es de US$32.000 millones, recibe el 100% de su gas natural de Rusia. Y gran parte de sus transportes, su sector servicios, comercio de mercancías e industria turística dependen de las empresas y los consumidores rusos.

Según la Oficina Central de Estadísticas de Letonia, el país exportó el 11% de sus bienes a Rusia el pasado año, más que ninguna otra nación, a excepción de sus dos vecinos bálticos.

"Sería difícil encontrar un país con mayor exposición relativa" a Rusia, dijo el ministro de Economía letón, Vjaceslavs Dombrovskis.

A todo esto se suma la división de los residentes en el país por sus diferentes culturas, ya que se considera que unas 300.000 personas residentes en Letonia, el equivalente al 15% de la población, no son ciudadanos y, aunque llevan décadas en el país, no pueden votar, actuar como abogados o jueces o trabajar como personal de emergencias. Los actos de Putin, que ha criticado el tratamiento que da Letonia a las minorías, no han sido categóricamente rechazados por esta población dividida.

Las relaciones entre los ciudadanos de etnia letona y los de etnia rusa se ven empañadas por las divisiones por el idioma, la ciudadanía y los desacuerdos sobre la historia del país.

 Mientras, los intentos de facilitar la naturalización al 15% de la población que no tiene la ciudadanía se han estancado o han sido criticados por no ir lo suficientemente lejos.

Muchas de estas personas optaron por la independencia en 1991 en la votación realizada bajo mandato soviético y llevan en el país casi toda su vida.


Algunos dicen que han decidido no hacerse ciudadanos por su lealtad a la cultura rusa, pero otros señalan que Letonia les discrimina al imponerles pruebas innecesarias de ciudadanía que menosprecian su herencia o al imponer obstáculos de otra índole.

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