lunes, 12 de mayo de 2014

El mayor consumo de carbón norteamericano con alto contenido de azufre por parte de Europa provocara lluvias ácidas que desbastaran a países sin rocas calizas que neutralicen su acidez. Por ejemplo morirán peces de lagos.. del WSJ

El mayor consumo de carbón norteamericano con alto contenido de azufre por parte de Europa provocara lluvias ácidas que desbastaran  a países sin rocas calizas que neutralicen su acidez. Por ejemplo morirán peces de lagos..

Europa acoge el carbón estadounidense

http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702304081804579555851826352322?tesla=y&tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10001424052702304081804579555851826352322.html

By:
 JOHN W. MILLER

May 11, 2014 11:49 a.m. ET




El carbón barato con alto contenido de azufre es el más beneficiado. Bloomberg

DRAX, Inglaterra—Aunque enfrenta un mayor escrutinio regulatorio dentro de sus fronteras, el poco apreciado carbón estadounidense está siendo acogido en uno de los mercados energéticos más limpios del mundo: la Unión Europea.

En la mayor planta energética del Reino Unido, operada por Drax Group DRX.LN -0.98% PLC, una pequeña montaña de un millón de toneladas de carbón se ubica en la base de una decena de torres de enfriamiento de 114 metros.



Gran parte es carbón con alto contenido de azufre proveniente de los estados de Illinois e Indiana, exactamente el tipo de combustible de alta emisión para plantas energéticas que es escudriñado por los reguladores y los tribunales en EE.UU.

La semana pasada, la Corte Suprema de ese país falló a favor de implementar regulaciones que exigen que las plantas energéticas en 28 estados reduzcan sus emisiones de carbón que cruzan fronteras estatales.

Muchas plantas energéticas en EE.UU. ya están reduciendo las emisiones, en anticipación a la entrada en vigencia en 2015 de reglas más estrictas.

Ahora, la decisión de la Corte Suprema podría afectar a 1.000 plantas en el oriente de EE.UU., que podrían tener que instalar controles de polución adicionales o reducir el consumo de carbón.

Son tiempos difíciles para la industria global del carbón, que en los últimos años ha sido golpeada por regulaciones, el auge del gas de esquisto en EE.UU. y precios más bajos debido a una menor demanda china.

El carbón ahora genera alrededor de 39% de la energía eléctrica en EE.UU., frente a 55% en 1990.

La baja demanda interna en EE.UU. renovó el énfasis en las exportaciones, que van camino de marcar un récord de tres años consecutivos con más de 100 millones de toneladas.

El año pasado, el bloque de 28 países de la UE importó 47,2 millones de toneladas de carbón estadounidense, frente a 13,6 millones de toneladas en 2003.

Las exportaciones sólo al Reino Unido se multiplicaron por 10 en el mismo período.

En 2013, EE.UU. fue el segundo mayor proveedor de carbón de Europa, después de Rusia, y podría aumentar más su participación si las tensiones políticas recientes con Moscú afectan los envíos rusos.

La decisión de Alemania de reducir paulatinamente la energía nuclear tras el desastre de Fukushima, Japón, en 2011 también convirtió al país en un comprador significativo de carbón estadounidense, principalmente porque el commodity es barato.

"Antes de la crisis financiera, Europa favorecía el medio ambiente con gusto, pero cuando la economía comenzó a tener problemas, no estaban preparados para aceptar el alto precio de la energía",

por lo que los consumidores regresaron al carbón, dice Daniel Rohr, analista de Morningstar Inc. MORN +1.27%

Desde 2003, las importaciones alemanas de carbón estadounidense han aumentado desde menos de un millón de toneladas a más de 15 millones de toneladas.

Un vocero de E.ON SE, EOAN.XE +1.19%  la mayor empresa de energía y gas natural de Alemania, afirmó que ahora compra a EE.UU. más de cuatro millones de toneladas de carbón al año, o 17% de su total, un aumento frente a 800.000 toneladas en 2010. E.ON opera plantas de energía en varios países europeos.

Aunque las ventas han caído en las últimas semanas debido a los altos niveles de inventario, la industria del carbón estadounidense prevé que la UE sea una buena apuesta a largo plazo.

Recientemente, varias empresas mineras de EE.UU. abrieron oficinas de ventas en Europa.


El mayor ganador —que representa alrededor de un tercio de las exportaciones de EE.UU.— ha sido el carbón con alto contenido de azufre extraído de los estados de Illinois e Indiana.

El commodity es llevado a través del Atlántico a clientes como David Docker, director de adquisiciones de combustible de Drax, quien compra nueve millones de toneladas de carbón al año en los mercados globales.

Docker señala que el carbón estadounidense, rechazado en algunas partes de EE.UU. debido a su alto contenido de azufre, ofrece una alternativa menos costosa que el carbón de minas europeas cercanas, aun incluyendo los costos de transporte.

Para Docker, el bajo costo ha sido positivo.

El ejecutivo realizó otras mejoras en las operaciones de las plantas para permitirle a Drax quemar carbón sucio barato y aun así cumplir con las estrictas normas de la UE.

El uso del carbón estadounidense con alto contenido de azufre en Europa está alterando los planes de las autoridades que buscan reducir la dependencia de la UE de fuentes de combustible sucias, y ha enojado a defensores del medio ambiente que sostienen que su alto contenido de azufre daña el medio ambiente, a pesar de que las plantas usan ahora máquinas para limpiar más de 90% de esa sustancia.

Las importaciones también dejaron a minas de carbón en Alemania, Polonia y el Reino Unido al borde del cierre.

El año pasado, la producción de carbón en el Reino Unido cayó 24% a 13 millones de toneladas anuales.

Tara Connolly, activista de Greenpeace en Bruselas, afirma que el carbón sucio no debería quemarse, sin importar lo barato que sea, y que las cuotas de emisiones permitidas simplemente les dan a las empresas permiso para seguir contaminando, sólo que no tanto.

Funcionarios de la UE están al tanto del aumento de las importaciones de carbón estadounidense con alto contenido de azufre y están preocupados, dice Joe Hennon, vocero de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE.


Jan Hromadko, en Fráncfort, contribuyó a este artículo.

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