viernes, 25 de abril de 2014

Gigantesca oportunidad global de negocio en Nigeria: abastecer de electricidad a todo el país con todo tipo de centrales eléctricas, (solares, eólicas, carbón, a gas o nucleares, hidroeléctricas) y luego venderles televisores, refrigeradoras, etc. del WSJ

Gigantesca  oportunidad global de negocio en Nigeria: abastecer de electricidad a todo el país con todo tipo de centrales eléctricas, (solares, eólicas, carbón, a gas o nucleares, hidroeléctricas) y luego venderles  televisores, refrigeradoras, etc.

Nota del autor del blog: recuerde que la economía de Nigeria es más grande que la de Sudáfrica según un reporte de hace una semana. Así, tal vez en lugar de BRICS debería hablarse de BRICN



Nigeria encomienda a sus ricos solucionar la falta de electricidad del país

http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702303380004579521913140309916?tesla=y&tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10001424052702303380004579521913140309916.html


By :
DREW HINSHAW
April 25, 2014 12:02 a.m. ET
Entre las trabas al suministro eléctrico en Nigeria están las líneas oxidadas, los robos y los saboteadores.
 

Arriba, un empleado del Estado trabaja en cables de electricidad en Lagos. ASSOCIATED PRESS
LAGOS—La campaña por volver a encender la luz en Nigeria está enfrentando a algunos de los hombres más ricos del país contra las oxidadas líneas eléctricas, los robos de electricidad y los saboteadores.

Desde su independencia del Reino Unido en 1960, el gobierno nigeriano ha construido sólo 12 centrales de generación eléctrica, hoy en día todas en mal estado.
Mientras tanto, su población se ha triplicado a 174 millones de habitantes.
El resultado: Nigeria produce menos de la mitad de electricidad que el estado de Dakota del Norte, en Estados Unidos, cuya población es 249 veces inferior a la nigeriana.

Hay apagones 320 días al año, según datos del Banco Mundial.

Ahora, la primera economía de África ha pedido a sus empresarios más ricos que reactiven las centrales.
En noviembre, el gobierno nigeriano subastó seis centrales eléctricas, incluida una destartalada instalación de 50 años ubicada cerca de un pantano.

Esa planta pertenece ahora a Tony Elumelu, un multimillonario nigeriano cuya compañía se hizo conocida por gestionar un resort de la cadena de hoteles Hilton.

 En los próximos meses, el hotelero espera poder resucitar la central eléctrica y abastecer de energía a un país en el que en las oficinas corporativas de las principales ciudades cargan sus portátiles con baterías de auto y los pobres viven a la luz de las velas.

"Las cosas cambiarán", aseguró Elumelu, presidente del directorio de la firma de inversión Heirs Holdings, el pasado octubre, días antes de que el gobierno le diera las llaves de la central. "Verán lo que hace la electricidad".

Nigeria no es el único país de África que está cediendo la gestión de infraestructuras deterioradas a sus ciudadanos multimillonarios. Estados africanos como Costa de Marfil o Etiopía están vendiendo sus activos, desde puertos hasta líneas ferroviarias y refinerías.

No obstante, las ventas de activos eléctricos en Nigeria constituyen el ejemplo más significativo de este esfuerzo.

Lagos espera que estos nuevos fondos y equipos, como turbinas, contribuyan a generar 25.000 megavatios para 2020, 10 veces más de lo que se produce actualmente en el país.

Es un objetivo ambicioso.

Incluso 25.000 megavatios no bastarían para proveer luz todo el día, afirman las empresas y analistas.

Nigeria, según ellos, necesita hasta 170.000 megavatios para generar electricidad las 24 horas del día para sus 174 millones de habitantes, una población que, según las proyecciones de Naciones Unidas, aumentará en otros 100 millones en los próximos 15 años.

Y hay múltiples dificultades. La mitad de la electricidad que se genera en Nigeria es robada o se pierde en sus redes eléctricas, que tienen un cuarto de siglo de antigüedad.

 Las compañías han asumido la tarea de instalar medidores y cobrarles a cientos de miles de hogares nigerianos que conectan cables a postes de luz cercanos sin pagar por la electricidad.

Además, Nigeria tendrá que desplegar nuevos gasoductos para aprovechar sus reservas de gaslas octavas más grandes del mundo— para alimentar esas turbinas.

Un problema son los saboteadores que acechan los pantanos y que lanzan granadas a los pocos gasoductos existentes en un intento por extorsionar al gobierno nigeriano a cambio de seguridad.

No obstante, nada de esto ha intimidado a los nuevos barones eléctricos nigerianos.

Elumelu pagó US$300 millones por una participación de 60% en la central eléctrica.

 El empresario tiene cierta experiencia: para alumbrar su hotel de 10 pisos, ha instalado un generador enorme en la propiedad, que genera cuatro megavatios, más de lo que producía hasta hace poco el país de Guinea-Bissau.

Su lógica es simple, ya que, según él, debido a los apagones, los nigerianos consumen poca electricidad, menos que Puerto Rico.
Sin embargo, una vez que la electricidad fluya hacia los hogares, decenas de millones de personas se apresurarán a comprar refrigeradores, aires acondicionados o hervidores de agua eléctricos, que funcionarán con energía de las turbinas.

De todos modos, es una tarea monumental.

Cuando el equipo de Elumelu tomó posesión de la central eléctrica en noviembre, descubrió que los técnicos no usaban gafas de seguridad, ni siquiera zapatos. Algunos se adentraban en las entrañas de las letales turbinas de gas con simples sandalias.

Tampoco habían mantenido en buenas condiciones los componentes de las turbinas, lo que ha inutilizado a las enormes máquinas.
La planta genera 160 megavatios, la mitad de lo que creía Elumelu cuando compró la instalación.

"Quizás algunos de nosotros no sabíamos que estaría tan mal", explica Adeoye Fadeyibi, presidente ejecutivo de Transcorp Ughelli Power Ltd., la filial de Heirs Holdings que gestiona la central.

Fadeyibi espera que para fin de año haya capacitado a sus trabajadores y que las turbinas estén funcionando.

 Entonces, se instalarán nuevas turbinas y se aumentará la producción a 3.000 megavatios en 2016.

El ejecutivo anunció que está en conversaciones con el conglomerado estadounidense General Electric Co. GE +0.15%  y el alemán Siemens AG SIE.XE +0.03%  , mientras intenta decidir a cuál de los dos comprará turbinas.

Los préstamos con bajos intereses del Banco de Exportaciones e Importaciones de EE.UU. inclinan la balanza hacia GE, añadió.

En los próximos cinco años, a medida que las plantas que vende el gobierno instalan nuevas turbinas, GE prevé registrar ingresos de US$1.000 millones en Nigeria.

Su rival Siemens estima instalar cerca de 5.000 megavatios en el país para 2020.

"Todo el mundo se está subiendo al tren", declaró Michael Lakota, presidente ejecutivo de Siemens Limited Nigeria.

Mientras tanto, Elumelu dice que tiene que convencer a Lagos para que venda o renueve las decrépitas torres eléctricas, las líneas de alto voltaje y las subestaciones responsables de transportar la electricidad a las grandes ciudades.

Si él y otros tienen éxito, los economistas creen que las fábricas de Nigeria podrán funcionar durante la noche y, a la larga, competir globalmente.
Las aerolíneas serán capaces de aterrizar después de que caiga el sol y los niños podrán hacer sus deberes escolares cuando oscurezca.


"De una forma u otra", dice Fadeyibi, "va a suceder".

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