lunes, 13 de enero de 2014

El tímido arranque de los mercados llena de dudas a los inversionistas. extraido del WSJ

El tímido arranque de los mercados llena de dudas a los inversionistas.

http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702304549504579318772238608380?mod=WSJS_inicio_MiddleTop&mg=reno64-wsj&url=http%3A%2F%2Fonline.wsj.com%2Farticle%2FSB10001424052702304549504579318772238608380.html%3Fmod%3DWSJS_inicio_MiddleTop

By E. S. BROWNINGPor

Updated Jan. 13, 2014 2:21 p.m. ET

Tras un 2013 a toda máquina, el mercado bursátil en Estados Unidos está comenzando 2014 con paso de tortuga. La inusual caída está colocando a los inversionistas en una posición difícil: vender ahora podría protegerlos de más caídas pero también podría significar perderse los avances que la mayoría de los expertos aún pronostica para las acciones este año.

En los primeros siete días de corretaje del año, el Promedio Industrial Dow Jones bajó 0,8%. No es una gran caída según estándares del mercado bursátil, pero marca un desvío claro de la norma.

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Dos operadores en la Bolsa de Nueva York el 31 de diciembre de 2013. AP

El dinero de inversiones nuevas suele elevar el valor de las acciones a comienzos de año.

En dos tercios de los años desde que el Promedio Industrial Dow Jones fue lanzado en 1896, el índice de las mejores acciones subió en los siete primeros días de corretaje de enero.

En los 20 años hasta 2013, los aumentos fueron aún más consistentes: 70% en ese período.

El año pasado, el Dow subió 2,8% en los primeros siete días de operaciones.

Pero este año por primera vez desde 2009, las acciones comienzan el año a la baja.

Muchos gestores de dinero lo ven como una señal de intranquilidad sobre la dirección del mercado.

Los títulos podrían "tambalearse un poco y digerir los resultados del año pasado", afirma Michael Fredericks, quien supervisa el fondo de US$5.800 millones Multi-Asset Income Fund de BlackRock Inc., BLK -2.69%  una firma de administración de activos con un total de US$4,1 billones (millones de millones) bajo su tutela.

Los inversionistas están cada vez más nerviosos porque el Dow no tenía una caída significativa desde mediados de 2011. Tras el aumento de 27% del año pasado, muchos temen que subió demasiado, demasiado rápido. Dudan en colocar más dinero en acciones.

Y sin embargo también dudan si vender. Quienes se asustaron y vendieron el año pasado se perdieron ganancias significativas. Muchos gestores de dinero no quieren cometer el mismo error este año. Muchos prevén que el mercado en general suba 8% a 10% este año incluyendo dividendos, y afirman que están dispuestos a soportar bajones mientras esperan las ganancias.

"Sin dudas no aumentaría mi exposición a las acciones en este mercado", sostiene Janna Sampson, co-jefe de inversión de OakBrook Investments, que supervisa US$3.600 millones en el estado de Illinois. "Pero salir...". Tampoco va a hacerlo, dice.

La reacción el débil informe de empleo en Estados Unidos difundido el viernes fue un buen ejemplo.
La creación de empleos en diciembre fue la menor en casi tres años, pero el Dow cayó sólo 0,05% el viernes y tanto el índice compuesto Nasdaq como el índice bursátil &P 500 reportaron avances moderados.
Los inversionistas no estaban lo suficientemente disconformes como para vender mucho, pero tampoco compraron mucho.

Otra señal de incertidumbre para los inversionistas se puede apreciar en el mercado de bonos. El precio de los bonos del Tesoro a 10 años, un activo de referencia, comenzó a caer a fines de octubre conforme se extendieron las expectativas de que la Reserva Federal comenzara a recortar su programa de estímulo. El mes pasado, la Fed anunció que los recortes comenzarían este mes.

Pero una vez que comenzó este año, los inversionistas revirtieron el rumbo, y volvieron a impulsar los precios de los bonos y a reducir los retornos. Podría ser sólo un rebote temporario, un espejo de lo que está sucediendo con las acciones. Pero también refleja temores de que la economía no es tan sólida como podría serlo, lo cual podría convertir a los bonos en una opción más atractiva que las acciones.

Si la economía no da buenas noticias, las acciones podrían tener problemas para sostener sus avances, señala Fredericks de BlackRock.

Pero a pesar de esa incertidumbre, Fredericks no está preparado para apostar contra las acciones. De hecho, ha estado comprando algunas acciones que pagan dividendos, que no subieron tanto en el mercado general y que considera que tienen un precio atractivo. Ha estado reduciendo sus posiciones en bonos chatarra de altos retornos porque sus precios aumentaron notablemente y cree que son caros. Pero considera que la economía estadounidense será lo suficientemente fuerte como para sostener las acciones.

"Creo que será un buen año", dijo sobre el mercado bursátil.

Los inversionistas ven vientos en contra, pero no quieren volver a subestimar las acciones este año. El optimismo cauto es generalizado.

Ethan Harris, codirector de investigación económica en Bank of America BAC -2.03% Merrill Lynch, publicó un informe el viernes señalando que, más allá de las cifras de desempleo, los datos más recientes han sido bastante sólidos.

Pronto, los inversionistas tendrán alguna evidencia concreta: los reportes de ganancias del cuarto trimestre comienzan a difundirse la próxima semana, con anuncios de firmas como J.P. Morgan Chase JPM -1.35%  & Co., American Express Co. AXP -1.76%  e Intel Corp. INTC -0.12%

Uno de los mayores interrogantes para el año que acaba de comenzar es si las ganancias y las ventas corporativas impresionarán a los inversionistas en una economía que aún no funciona a pleno. Pronto, los inversionistas tendrán una respuesta preliminar.

El otro gran tema no resuelto es cómo afectará a los mercados el retiro del estímulo de la Fed.

Algunos inversionistas creen que si los mercados se tambalean, la Fed intervendrá para volver a aumentar el estímulo. Esa esperanza refuerza la opinión de que sería tonto abandonar las acciones.
Hasta ahora, los precios de los bonos aún están un poco a la baja y las acciones subieron frente a sus niveles de mediados de diciembre, lo que sugiere que los inversionistas no están reaccionando fuertemente a la reducción del estímulo.

Las próximas semanas probablemente serán dominadas por reportes de ganancias. Y tras bambalinas, los inversionistas intentarán medir el impacto en el mundo real del recorte del estímulo, al que los administrados de dinero se suelen referir como liquidez.


"La liquidez es algo de lo que hemos hablado mucho en la firma recientemente", dice Fredericks de BlackRock.

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