sábado, 3 de noviembre de 2012

Francia se resiste a reformar su economía del WSJ


Francia se resiste a reformar su economía
http://online.wsj.com/article/SB10001424052970204846304578095230482023080.html?mod=WSJS_inicio_MiddleTop
Por RICHARD BARLEY


François Hollande podría estar a punto de enfrentarse a su mayor reto hasta la fecha.

El presidente galo y su nuevo gobierno han estado ocupados elaborando políticas para reducir el déficit público hasta 3% del Producto Interno Bruto en 2013, desde 5,2% en 2011. Pero los verdaderos problemas de Francia son estructurales: el descenso de las exportaciones, la falta de una industria competitiva y uno de los mayores impuestos y niveles de gasto en Europa. Francia va a la zaga de sus socios europeos a la hora de controlar estos problemas subyacentes. Noventa y ocho líderes empresariales han pedido a Hollande que tome medidas.

Francia ha estado sufriendo un descenso relativamente largo. El país ha estado perdiendo cuota de mercado de las exportaciones de forma continua: En 2011, tenía sólo 13,2% de las exportaciones de la eurozona al resto del mundo, frente a 18,5% que tenía en 1999, indica Societe Generale
El presidente francés, François Hollande.

Eso se debe en parte a los costes. Los costes laborales en Francia eran de 34,20 euros la hora en 2011, 24% más que la media de la eurozona, según Eurostat. La tasa de desempleo juvenil es de 25,7%, lo que demuestra que el elevado salario mínimo podría estar perjudicando las contrataciones.

Pero Francia también necesita innovación. Cuenta con unas sólidas industrias de alta tecnología, como la aeroespacial o la farmacéutica, pero también exporta una gran cantidad de productos de media y baja tecnología, que se enfrentan a una fuerte competencia mundial, dijo el Fondo Monetario Internacional. Una intervención del gobierno podría dificultar el reaccionar ante las fuerzas económicas y competitivas: No hay más que ver los esfuerzos del fabricante de automóviles Peugeot, presionado por un exceso de capacidad.

Los 98 líderes empresariales, bajo el manto de la Asociación Francesa de la Empresa Privada, han pedido a Hollande que reduzca el gasto público desde el histórico 56% del PIB y que recorte el coste laboral reduciendo las contribuciones a la seguridad social para las compañías en 30.000 millones de euros. Dicen que eso podría pagarse parcialmente incrementando el Impuesto al Valor Agregado hasta 21%, desde 19,6%, trasladando la carga a los consumidores. Pero incluso esto conseguiría muy pequeños logros en términos de aumentar la competitividad.

Sin embargo, el ministro de Finanzas francés se opone a la idea, argumentando que el poder de compras de los consumidores ha de preservarse para sostener el crecimiento. El desempleo ha aumentado hasta 10,8%, un máximo de más de una década, y los hogares tienden más a ahorrar que a gastar.

El gobierno aún podría tener que hacer de tripas corazón. Las propuestas de la asociación tienen una importante similitud con la noticia filtrada en la prensa francesa, según la cual el 5 de noviembre se publicará un informe sobre competencia encargado por el gobierno.
Hasta ahora, no ha habido señales de una temida revuelta del mercado de bonos contra Hollande. El diferencial de los bonos franceses a 10 años sobre los bonos alemanes se ha reducido en casi un punto porcentual desde finales de abril. Los inversores parecen tranquilizados por el compromiso con los objetivos de déficit. Pero solucionar únicamente el déficit no ayudará a Francia a abordar sus problemas a largo plazo.
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Observación: el artículo  del WSJ tiene hipervinculos (creo así se dice y los borre)

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